El gigante alemán se está jugando una avalancha de demandas de coste millonario en Estados Unidos. Lugar donde se destapó la manipulación de los motores diésel para trucar las emisiones de gases contaminantes. Para evitarlo pagará hasta 7.000 dólares a los propietarios de los vehículos afectados, según informa Bloomberg.
El pago masivo es parte de una oferta cuyo valor total (y por tanto, cuyo coste para la fabricante) asciende a 10.000 millones de dólares y que será presentada ante un juez federal la próxima semana.
Volkswagen planteará también un programa destinado a financiar proyectos medioambientales, con el que teóricamente se intentará contrarrestar el exceso de emisiones de sus sucios motores diésel (contaminaban hasta 40 veces más de lo permitido) en 482.000 vehículos sólo en Estados Unidos, y que es crucial para que los legisladores rebajen la presión sobre la empresa.