Las Bolsas europeas y estadounidenses cerraron ayer a la baja en una sesión en la que se impusieron las tomas de beneficios después de varias semanas consecutivas de alzas, que habían llevado a muchos valores a niveles de sobrecompra. Dos fueron los principales factores que sirvieron de "excusa" a los inversores: i) los datos de […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Las Bolsas europeas y estadounidenses cerraron ayer a la baja en una sesión en la que se impusieron las tomas de beneficios después de varias semanas consecutivas de alzas, que habían llevado a muchos valores a niveles de sobrecompra. Dos fueron los principales factores que sirvieron de "excusa" a los inversores: i) los datos de las exportaciones e importaciones chinas del mes de octubre, que volvieron a evidenciar que esta economía continúa ralentizando su ritmo de crecimiento; y ii) la fortaleza mostrada el viernes por el mercado laboral estadounidense, que abre de par en par las puertas a una subida de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed) tan pronto como en diciembre. Como señalamos ayer, el mercado deberá "digerir" este escenario y, hasta que se produzca realmente la subida de tipos en Estados Unidos, es muy factible que la volatilidad aumente en los mercados financieros, especialmente en los estadounidenses. Ayer pudimos apreciar algo de esto, con una fuerte caída de las Bolsas, que el viernes habían aguantado bien, y un nuevo retroceso de los mercados de bonos, que impulsó al alza las rentabilidades en Estados Unidos. Hoy este proceso ha continuado en las asiáticas, que han cerrado a sus niveles más bajos en un mes.
Pero ayer ocurrieron más cosas a nivel político en Europa que afectaron directamente a los países involucrados. Así, la Bolsa portuguesa y sus bonos soberanos recibieron un duro castigo al confirmarse que el Partido Socialista va a pactar con los marxistas y con los comunistas para "tumbar" al gobierno de la coalición de centro-derecha formado tras las recientes elecciones generales y que no tiene mayoría absoluta en la cámara. La posibilidad de que el nuevo gobierno liderado por el líder del partido socialista portugués, Costa, haga concesiones a sus nuevos socios de extrema izquierda no gusta a los inversores, que temen que se dé marcha atrás en muchas de las medidas aplicadas en Portugal para superar la crisis financiera y económica que llevó al país a solicitar el rescate.
Por su parte, en España continuó el "ruido" procedente de Cataluña, donde los partidos independentistas aprobaron en el parlamento regional una propuesta de resolución para iniciar el proceso de separación de esta autonomía del resto del Estado. Hasta el momento, y en los últimos días, el mercado de valores no se ha visto afectado directamente (este tema y el riesgo de que tras las elecciones generales se inicie un periodo de inestabilidad política viene pesando en la Bolsa española todo el año, de ahí su peor comportamiento relativo al resto de principales mercados bursátiles de la Zona Euro). No ha ocurrido lo mismo con el de bonos, donde en los últimos días las rentabilidades han subido sensiblemente, aumentando la prima de riesgo, aunque de forma moderada. Este tema, y como señalamos ayer, seguirá estando presente en la mente de los inversores nacionales e internacionales que actuarán en función de cómo se desarrollen los acontecimientos. El riesgo de que esta crisis se enquiste y se convierta en un lastre para los mercados financieros españoles es real.
Por lo demás, y en lo que hace referencia al día de hoy, señalar que la agenda macro es escasa, por lo que la atención de los inversores girará hacia las empresas que presentan sus cifras trimestrales a lo largo del día. Entre ellas, y en Europa, destacaríamos a las británicas Vodafone y National Grid, a las francesas Lagardere y Vivendi, a la italiana Mediaset (en este país también presentan cifras algunos bancos regionales) y a la alemana Porsche. En la Bolsa española lo harán, entre otras, Tubacex, Gamesa y Saeta Yield.
Por lo demás, señalar que esperamos que las bolsas europeas abran ligeramente al alza esta mañana, en un intento de rebote tras las fuertes caídas de ayer. No obstante, seguimos pensando que en el corto plazo serán los índices bursátiles estadounidenses los que "marquen el paso" a los europeos, al menos mientras los inversores digieren la cada vez más probable primera subida en ocho años de los tipos de interés oficiales en Estados Unidos, que todo apunta se producirá en diciembre. Las palabras de ayer del presidente de la Reserva Federal de Boston, Eric Rosengren, que generalmente se ha mostrado muy favorable a las políticas de expansión monetaria implementadas por el banco central estadounidense, apoyan esta hipótesis de una pronta actuación de la Fed.
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