Wall Street está enfriándose lentamente después de un rally espectacular que se inició tras la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses. Durante la presente semana ya hemos visto dos sesiones con dudas y descensos que podrían alargarse si los catalizadores positivos no llegan por trasladarse a las cotizaciones. Rob Lutts, director de inversiones […]
Dirigentes Digital
| 06 jun 2017
Wall Street está enfriándose lentamente después de un rally espectacular que se inició tras la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses. Durante la presente semana ya hemos visto dos sesiones con dudas y descensos que podrían alargarse si los catalizadores positivos no llegan por trasladarse a las cotizaciones. Rob Lutts, director de inversiones de Cabot Wealth Management, señaló en una entrevista a la CNBC que los elementos clave que apoyan este mercado son el valor relativo de las acciones frente a otras alternativas de inversión, como los bonos, y un fuerte crecimiento de los beneficios de las compañías. “Es evidente que el mercado está más caro en comparación con hace unos años, pero las ganancias han justificado esas valoraciones”, indicó. Sin embargo, algunos operadores empiezan a mostrar preocupaciones por la dinámica que ha tomado el mercado, debido a que el comportamiento de los índices ha estado sujetado principalmente por un puñado de acciones de alta capitalización y del sector tecnológico. “Las medias están haciendo nuevos máximos, pero eso es debido a un puñado de acciones… Si filtras esos valores y los dejas fuera de la selección, probablemente la revalorización sería mucho menor”, justifica Peter Cardillo, economista jefe de mercado de First Standard Financial. Todo viene después de la publicación del dato de creación de empleo que fue mucho más bajo de lo que esperaba el mercado. Para Christophe Morel, Economista jefe de Groupama AM, sobre todo porque las decepciones conciernen particularmente a los datos más “seguidos”. Por lo tanto, la dinámica de creación de empleo “se desacelera (la media a 3 meses pasó de 150K a 120K), el salario por hora no se está acelerando, las horas trabajadas han disminuido y la tasa de participación se contrajo”. Incluso siendo objetivamente decepcionante, este Informe de empleo también debe ser “puesto en perspectiva con otros indicadores del mercado de trabajo (componentes de empleo de las encuestas de coyuntura, inscripciones a la seguridad social, tiempo parcial, …)”. El conjunto de los datos sobre el mercado laboral de Estados Unidos muestra que la mejora ha perdido “momentum”, pero el avance del empleo se mantiene. De una manera u otra, Morell señala que “la Fed podría reconocer esta desaceleración dentro de la mejora”. Al hacerlo, no afectaría “a nuestro escenario de un próximo ajuste monetario en junio”. Es decir, tres aumentos en 3017 y hasta un comienzo de deflación del balance a través de un mecanismo de “eliminación gradual”. Entretanto, el comportamiento de los índices se encuentra enquistado hasta nuevo aviso.