Brusco y rápido, como la reacción de los mercados, ha sido también el movimiento en las probabilidades que otorga el consenso a una subida de tipos en diciembre tras la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Cayeron al 50% desde el 84% inicial, y ahora vuelven al 82% (frente al 78% de […]
Dirigentes Digital
| 10 nov 2016
Brusco y rápido, como la reacción de los mercados, ha sido también el movimiento en las probabilidades que otorga el consenso a una subida de tipos en diciembre tras la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Cayeron al 50% desde el 84% inicial, y ahora vuelven al 82% (frente al 78% de hace una semana). Y es que, inicialmente la victoria del republicano, podría llevar a pensar en una Fed que preferiría esperar y ver cómo se desarrollan los acontecimientos y cuál es el impacto tanto en la economía doméstica, como en la internacional. Sin embargo, los expertos recuerdan los planes de apoyo fiscal e inversión en infraestructuras que lleva el magnate en su programa, y que podrían traducirse tanto en un mayor crecimiento, como en una mayor inflación. Al mismo tiempo, conviene tener presente que “Trump se ha mostrado en general beligerante con la postura de Yellen de esperar antes de subir los tipos iniciada en diciembre de 2015”, recuerda Renta 4. De sobra conocido es el enfrentamiento de ambos dirigentes a cuenta de la política monetaria estadounidense e, incluso, se ha llegado a especular con la posibilidad de que la presidenta de la Fed decida dimitir… Su mandato acaba a principios de 2018 y, aunque el republicano no tiene intención de renovarla, tampoco tiene “capacidad para hacer cambios a corto plazo”, apunta el Departamento de Análisis de Bankinter. Así, estos expertos esperan que el próximo 14 de diciembre, los tipos suban 25 puntos básicos, al rango comprendido entre el 0,50% y el 0,75%. Cree también Link Securities que la posibilidad de un incremento del precio del dinero el mes que viene “sigue viva, más aún si los mercados se estabilizan como hasta ahora. En este sentido, señalar que la reacción bajista de los bonos estadounidenses, que impulsó al alza sus rentabilidades, va ligado a estas expectativas y al hecho de que la política fiscal expansiva anunciada por Trump, que es claramente inflacionista, terminará por sustituir en los próximos años a la política monetaria no convencional que ha venido aplicando el banco central estadounidense”. Aunque reconocen que el horizonte de los tipos en Estados Unidos se ha enturbiado, desde el comité de inversiones de Pictet WM también mantienen su escenario base de un aumento del 0,25% en diciembre, y otros dos más en 2017. Por el contrario, desde Goldman Sachs AM creen que las posibilidades de una subida de tipos se han reducido, pues el banco central probablemente prefiera retrasar cualquier endurecimiento de su política ante el periodo de incertidumbre que se abre. En cualquier caso, consideran que, a largo plazo, sus movimientos serán más hawkish, pues el proceso para sustituir a la actual presidenta comienza el año que viene. En este sentido, Jim Leaviss, responsable del área de renta fija minorista de M&G, se pregunta si “¿seguirá Janet Yellen liderando la Fed con Trump en la jefatura del estado?” Mientras, su compañero Eric Lonergan, gestor del equipo de multi activos, destaca que, más allá de su enemistad, “irónicamente, una política presupuestaria más laxa le viene bien al banco central, que quiere normalizar los tipos de interés”. Simon Ward, economista jefe de Henderson, opina que lo más probable es que el republicano permita a la presidenta terminar su mandato. Y afirma tajante: “En cualquier caso, es improbable que Trump designe a un sustituto que tenga planteamientos menos expansivos monetariamente hablando”. Es más, añade Julien-Pierre Nouen, jefe economista-estratega de Lazard Frères Gestion, el alineamiento político entre la Casa Blanca y el Congreso podría facilitar la nominación de dos gobernadores que faltan en el Consejo de la Fed y estos podrían tener posiciones de ‘halcones’ y reequilibrar las fuerzas en el seno del banco central. Por lo tanto, la política monetaria podría volverse algo más restrictiva”.