En el pasado año fiscal Honda registró un beneficio operativo de 503.300 millones de yenes (4.079 millones de euros), un 24% menos, según anunció la empresa en un comunicado.
Su resultado bruto de explotación (ebidta) retrocedió un 21,2% respecto a 2014, mientras que su facturación por ventas ascendió un 9,6% hasta los 118.350 millones de euros.
Sin embargo, el dato de las ventas de coches es positivo. El fabricante japonés de automóviles logró incrementar sus ventas de vehículos en un 10,6%, hasta alcanzar los 4,74 millones de unidades en todo el mundo. Esto se debe en gran medida a los buenos resultados registrados en los mercados de Norteamérica y de Asia, sin incluir a Japón. No obstante, sus ventas de motocicletas retrocedieron un 3,1% hasta las 17,05 millones unidades.
Sin embargo, sus resultados empeoraron al acusar la apreciación del yen frente a divisas extranjeras y al asumir los costes de las llamadas a revisión de millones de sus vehículos en todo el mundo por el problema de los airbags fabricados por la proveedoraTakata. Un escándalo que ha sido el principal responsable del descenso de los beneficios
Las medidas relacionadas con el caso de los airbags han supuesto para Honda un gasto de 3.535 millones de euros durante el pasado ejercicio, según detalló la empresa, un gasto inesperado a principios del ejercicio y que ha propiciado los malos resultados presentados.
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