En 2004, el 13,8% de los hogares españoles contaba con conexión a Internet de banda ancha, mientras que en el tercer trimestre de 2014 la cifra de viviendas conectadas superaba el 73%. Durante este tiempo, también ha evolucionado la velocidad de conexión. En 2004 sólo el 0,5% de las conexiones superaba los 3 Mb de velocidad, mientras que en el primer trimestre de 2014 el 50,4% de las líneas ya superaba los 10 Mb de velocidad.
Mientras que la penetración de las conexiones de banda ancha en los hogares españoles y la velocidad de Internet ha aumentado de forma constante durante la última década, el precio mensual medio que se paga en España por el acceso a Internet ha bajado considerablemente en los últimos años gracias al aumento de la competencia y la diversificación de las ofertas, así como con la llegada al mercado de los packs de comunicaciones. De hecho, escoger una oferta integrada que agrupe servicios de telefonía e Internet en la misma factura puede suponer a los consumidores un ahorro de hasta 327 euros, frente a la contratación de los servicios por separado.
El gasto medio por hogar en servicios de conexión a Internet de banda ancha y telefonía fija se situó en España durante el primer trimestre del año en 43,101 euros al mes. Sin embargo, la cantidad media que pagaban los españoles por Internet y teléfono fijo (en este caso, de manera obligatoria) en 2004, era de 53,32 euros mensuales. Es decir, el coste medio que implica conectarse a Internet ha disminuido más de 10 euros al mes, equivalentes al 20%, en la última década.
Es decir, ahora los españoles pagan 122,64 euros menos al año por su conexión a Internet que hace 10 años. Sin embargo, a pesar de que el gasto medio por conectarse a Internet ha disminuido un 20% en la última década, en España el coste medio por el servicio de Internet de banda ancha es de 43,10 euros mensuales, es decir, más de un 5% del salario mínimo establecido por ley en 753 euros mensuales. Esto significa que, de cada euro que ingresa un trabajador español que gana el salario mínimo, 5 céntimos deben destinarse a pagar por el acceso a la Red.
De ahí la importancia de analizar cuidadosamente los hábitos de consumo de cada usuario y comparar las ofertas existentes en el mercado antes de contratar el servicio, ya que eligiendo la tarifa que más se adapte a nuestras necesidades podemos llegar a ahorrar 172 euros al año en nuestra factura de Internet.
Más conexiones y más velocidad, pero menos precio
El número de líneas de banda ancha fija no ha dejado de crecer en España en la última década. Durante el pasado mes de agosto el número de conexiones aumentó un 4,2% con respecto al mismo mes de 2013. Con este aumento se superaron los 12,6 millones de líneas en el país, con lo que el 73% de los hogares ya están conectados. Diez años atrás, solo el 13,78% de las viviendas españolas disponían de conexión a Internet de banda ancha, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que supone un incremento de 59,22 puntos porcentuales en una década.
España no cumplirá con los objetivos de la Agenda Digital para 2020
A pesar del descenso de precios y de que el número de accesos a Internet de banda ancha supera el 73% de los hogares, España aún tiene un arduo camino por recorrer para lograr democratizar plenamente el acceso a la Red. La Unión Europea ha solicitado a los estados miembros que para el año 2020 todos los ciudadanos tengan acceso a unas velocidades de conexión a Internet por encima de los 30 Mb, y que el 50% de los hogares posean conexiones por encima de los 100 Mb.
Sin embargo, en la actualidad el 44% de las conexiones en España oscilan entre los 4 Mb y los 10 Mb, cifra que queda muy lejos del objetivo trazado por la UE en su Agenda Digital Europea para 2020. En los últimos cinco años, la penetración de las conexiones de banda ancha ha crecido menos de un 5% interanual en España, por lo que de mantener el ritmo no se alcanzaría la conexión total de la población para el año 2020.
Más con menos
A esto se suma que los españoles pagamos más por el ADSL que nuestros vecinos europeos. Que el precio de la conexión de banda ancha sea más elevado en España que en otros lugares no es noticia. Sin embargo, si comparamos el porcentaje del salario medio mensual que representa en cada país pagar por el ADSL más básico, notamos que se cumple una premisa: en los países cuyos ingresos medios mensuales son más elevados que en España (es decir, Alemania, Reino Unido y Francia), los precios medios del ADSL son más bajos. Es decir, que los españoles pagan más, ganando menos.
Si comparamos los datos de España con Alemania las cifras son contundentes y hablan por sí mismas: el precio medio mensual del ADSL que pagamos los españoles (36,67 euros) es el doble de caro que lo que pagan los alemanes (18,29 euros). Así, un alemán que gane el salario medio, que se ubica en 1.628,75 euros al mes, solo debe invertir el 1,12% de sus ingresos mensuales para pagar por su conexión de ADSL frente al 3,25% de un español.
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