En una sesión de escasa actividad los principales índices bursátiles europeos terminaron de forma mixta, sin grandes variaciones respecto al cierre del viernes. El hecho de que los mercados financieros estadounidenses permanecieran cerrados durante la jornada por la celebración del ‘Día del Trabajo’ en el país condicionó mucho la actividad en Europa en una sesión en la que el principal protagonista fue el petróleo, tras conocerse que los gobiernos de Rusia y Arabia Saudí habían firmado un comunicado conjunto en el que abogaban por colaborar para intentar estabilizar el mercado de crudo internacional. La primera reacción del precio del petróleo fue al alza, llegando a subir hasta un 6% en un momento puntual. Sin embargo, poco a poco el escepticismo de muchos agentes del mercado sobre la posibilidad de que finalmente haya un acuerdo para congelar la producción de crudo se fue imponiendo y el precio de esta materia prima terminó reculando, cediendo al término de la jornada gran parte de lo ganado. Como hemos comentado en ocasiones anteriores, es curioso que cada vez que el precio del crudo baja varias sesiones seguidas se producen este tipo de "intervenciones verbales" por parte de los principales productores mundiales.
En este sentido, seguimos viendo muy complicado que finalmente se alcance un acuerdo para la congelación de la producción de crudo por parte de la OPEP y Rusia, principalmente por dos motivos: i) un incremento del precio del petróleo producto de esta intervención en el mercado favorecería el incremento de la producción de los frackers norteamericanos, los cuales han sustituido en los últimos años a la OPEP como "estabilizadores" del sector, lo que a su vez haría perder cuota de mercado nuevamente a los miembros del cártel; y ii) en el seno de la OPEP es muy complicado que se alcance un acuerdo dado que Irán mantiene el objetivo de incrementar su producción hasta los cuatro millones de barriles al día a finales de este ejercicio; para que haya acuerdo Arabia Saudí tendría que aceptar perder cuota de mercado frente a su principal "enemigo", algo que no vemos factible. Aún así, y volviendo a lo acontecido, ayer en los mercados de valores europeos, las compañías del sector petrolero fueron al cierre las que mejor comportamiento relativo tuvieron durante la jornada.
El otro "acontecimiento" del día fue la publicación en Europa de los índices adelantados de actividad de los sectores de servicios, correspondientes al mes de agosto. El fuerte avance del PMI servicios del Reino Unido en el citado mes, tras haberse desplomado en julio tras el Brexit, fue muy bien acogido por los inversores, ya que venía a indicar que, por el momento, la economía de este país habría superado sin grandes traumas el resultado del referéndum. Sin embargo, la publicación de los mismos índices en la Zona Euro y sus principales economías no gustó tanto, sobre todo por la sorprendente desaceleración del ritmo de expansión de la actividad del sector servicios experimentada en Alemania durante la segunda quincena de agosto. Ello provocó que los principales índices bursátiles europeos fueran cediendo terreno poco a poco, hasta cerrar la sesión lejos de sus máximos del día.
Hoy esperamos que la sesión en las Bolsas europeas se inicie sin una tendencia definida cuando abran por la mañana, en un día donde las principales referencias macro serán la publicación en la Zona Euro de la estimación final del PIB del segundo trimestre; en Alemania de los pedidos de fábrica de julio; y en Estados Unidos de los índices adelantados de actividad de los sectores de servicios, correspondientes al mes de agosto.
Entendemos que serán estos últimos indicadores los que centren la atención de los inversores, ya que consideramos los mismos como los índices más relevantes para conocer el estado por el que atraviesa la economía que se publican antes de que a finales de mes se reúna el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC). Unas lecturas por encima de lo esperado, que muestren gran fortaleza del sector servicios provocarían que los agentes del mercado vuelvan a pensar en septiembre como fecha en la que la Fed puede volver a incrementar sus tipos de interés de referencia, lo que tensaría los mercados financieros del país. A su vez, una lectura muy por debajo de lo esperado tampoco sería bien recibida por los inversores, ya que pondría en entredicho la supuesta fortaleza que se cree está experimentando la economía estadounidense en el tercer trimestre. Por tanto, lo mejor para las Bolsas es que las lecturas de estos indicadores salgan en línea con lo previsto por los analistas.
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