La inversión en sostenibilidad ha experimentado una evolución progresiva durante las últimas décadas y las gestoras han tenido que esforzarse para atender a la demanda de los clientes que cada vez invierten con una mayor concienciación sobre la sostenibilidad. Desde el pasado 10 de marzo de 2021, con la entrada en vigor del Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR) de la Unión Europea, los asesores financieros tuvieron que adaptarse a las nuevas normas de transparencia.
¿Cómo lleváis a cabo el proceso para invertir en sostenibilidad?
Fernando Fernández-Bravo, director de distribución de Fondos de Invesco para Iberia, explica que desde la gestora aplican criterios ESG tanto en las inversiones como en la estructura y actividad diaria de la entidad. Para ello “es necesario alinear los objetivos que guían la gestión de la cartera con las creencias de la persona u organización”.
“Es necesario tener en cuenta las características deseadas de los activos que formarán parte de la cartera en su conjunto” afirma Fernández-Bravo, como el tipo de activo, la proporción de cada uno en la cartera y cuáles son las correlaciones entre los activos. Después “buscamos establecer parámetros para la selección de inversiones, con el proceso de screening que deben basarse en los criterios ESG que se aplicarán y que determinarán qué proyectos y empresas pueden incluirse en la cartera”.
Desde Triodos Investment Management, afirman que realizan, en primer lugar, un análisis sobre las empresas o proyectos que generan un impacto social y/o medioambiental positivo.
Posteriormente “comprobamos si se ajustan a nuestros estrictos estándares mínimos”, añade Nikkie Pelzer, manager de Impacto en Triodos Investment Management y, por último, se evalúa si el equilibrio entre impacto, riesgo y rentabilidad es “adecuado”.
“Si se cumplen todas las condiciones, podemos dar luz verde a invertir en la empresa o proyecto”, afirma Pelzer.
Desde el equipo de Allianz Global Investors, aplican su propia metodología de inversión socialmente responsable que se encuentra en constante innovación y evolución. Basan su análisis de sostenibilidad entorno a sectores temas y compañías.
Eurizon, por su parte, define estrategias ESG/SRI específicas para seleccionar y supervisar los instrumentos financieros con el objetivo de integrar los riesgos de sostenibilidad en el proceso de inversión que se detallan en su política de sostenibilidad.
“Todos los productos aplican criterios de selección negativos basados en la implicación sectorial y en la exposición a los riesgos ASG”, afirma Anna Stagnoli, del equipo ESG y activismo estratégico de Eurizon.
Según explica Karine Jesiolowski, directora de Inversión Responsable AM de UBP, los fondos de la gestora se “adhieren a la política de Inversión Responsable de UBP, que abarca tanto las exclusiones mínimas como el voto por delegación aplicando principios de voto y compromiso orientados a la sostenibilidad”.
Asimismo, la gestora incorpora estrategias con diversos niveles de consideraciones ESG que van desde la simple integración ESG y la consideración de impactos adversos hasta la selección de empresas con sólidas prácticas empresariales ESG.
UBP también da prioridad a la inversión de impacto con empresas cuyos modelos empresariales tratan de abordar los retos medioambientales y sociales de la actualidad.
Desde Amundi además de invertir en las compañías con las mejores cualidades en materia de sostenibilidad, se centran en apoyar la transición de las compañías y de la economía en general, invirtiendo en compañías que se encuentran en una fase intermedia de su trayectoria ASG, identificando a “los posibles ganadores ASG del mañana”.
Inma Conde, directora de ESG de Mediolanum International Funds (MIFL), afirma que la gestora ha incorporado la Política de Inversión Responsable en todos los activos bajo gestión, mediante la integración de ESG y la tenencia activa.
En Nordea Asset Management integran los datos ASG en su metodología de análisis de inversiones para todos los fondos, por lo que los datos ESG se ponen a disposición de todos los gestores y analistas financieros a través de diversos mecanismos.
Desde la gestora se comprometen con las empresas y las animan a mejorar sus prácticas de gestión y sus resultados en materia ASG, mediante diálogos, reuniones, conferencias, cartas o visitas, lo que les brinda la oportunidad de mejorar su comprensión sobre las empresas en las que invierten y su capacidad de influir.
De esta forma, Nordea AM centra sus esfuerzos en las empresas en las que consideran que pueden crear impacto o fomentar el cambio.
Desde Fidelity afirman que el proceso para invertir en sostenibilidad se realiza gracias al acceso a las empresas, procedimientos de verificación y conocimientos sectoriales, mediante los cuales los analistas de la gestora suministran estudios de sostenibilidad independientes que se resumen en sus propias calificaciones ESG, que se combinan con calificaciones y estudios externos.
¿Seguís un proceso determinado de exclusión o buscáis empresas que apliquen fórmulas para mejorar la sostenibilidad?
Jenn-Hui Tan, responsable Global de Inversión Sostenible en Fidelity International, afirma que, en primer lugar, la gestora cuenta con “una lista de exclusión” y, en una segunda instancia, practican “un diálogo activo, que es la columna vertebral del proceso de inversión sostenible”, para la compañía.
En este diálogo activo, el equipo de inversión sostenible encabeza las conversaciones con las empresas para explicar los principios y expectativas de Fidelity y así alentar cambios a largo plazo en su conducta. En último lugar, se realiza un seguimiento continuado.
El director de Desarrollo y Advocacy ESG en Amundi, explica que desde la gestora se considera la exclusión como “una opción de último recurso”. “Podemos crear valor para nuestros clientes fomentando y acelerando la transición de las empresas hacia modelos de negocio más sostenibles”, afirma Timothée Jaulin.
Amundi sostiene que “apoyar la transición del resto de la economía”, además de los sectores y proyectos más avanzados, “también es fundamental para lograr un cambio en todo el sistema”. Por ello, con la gama ESG Improvers, Amundi invierte en compañías con un sólido argumento de inversión fundamental y una tendencia de mejora ESG.
Desde Eurizon, señalan que todos los fondos gestionados “excluyen o restringen empresas en función de su implicación sectorial y de su exposición a riesgos ASG”.
Anna Stagnoli, equipo ESG & Strategic Activism de Eurizon sostiene que “el Comité ASG supervisa periódicamente la aplicación de las estrategias y puede decidir si se compromete con las empresas que figuran en la lista de exclusión para investigar si la información es exacta o si la empresa está tomando medidas correctoras”.
En Allianz Global Investors, se realiza un primer filtro de exclusiones que aplican a todos sus fondos y un grupo adicional de criterios de exclusión que se utiliza solo para fondos sostenibles. La gestora afirma que “buscan incentivar e impulsar el cambio positivo, acompañando a todos aquellos que están comprometidos con mejorar”.
Fernando Fernández-Bravo, director de Distribución de Fondos de Invesco para Iberia, explica que en la gestora cuentan con “todo el rango de posibilidades de inversiones ESG”, lo que se traduce en “diversos procesos de exclusión y sistemas para incorporar empresas que tienen un impacto positivo en la sostenibilidad”.
Nikkie Pelzer, manager de Impacto en Triodos Investment Management afirma que “filtran las empresas en función de su impacto positivo y posteriormente aplican sus criterios de exclusión”. “Nuestros criterios mínimos de inversión se encuentran entre los más estrictos del sector, por lo que nos comprometemos con las empresas a impulsar el progreso, tanto para incrementar el impacto positivo como para mejorar aún más sus prácticas de impacto”, añade.
Inma Conde, directora de ESG de Mediolanum International Funds, afirma que desde la gestora “tratamos de ayudar a los gestores a mejorar en las áreas que creemos que tendrán un
impacto más sostenible, ya sea a través de una mayor integración de las políticas ESG o de una mayor dedicación de recursos ESG”.
¿Qué grupo de empresas dejáis fuera?
El director de Distribución de Fondos de Invesco para Iberia, afirma toman decisiones en función de niveles. Los fondos que aplican el artículo 6, integran los criterios ESG en el proceso de inversión y llevan a cabo una exclusión selectiva de los sectores con un potencial impacto negativo en sostenibilidad.
Los fondos del artículo 8, promueven iniciativas sociales y ambientales, junto con los objetivos de resultados y en ellos pueden quedarse fuera un gran grupo de compañías, ya que se excluye a las industrias no aptas y a muchos emisores y empresas de industrias aptas que no están entre los mejores de su categoría a la hora de cumplir con los requisitos de sostenibilidad.
Por último, los fondos del artículo 9, con objetivos explícitos de sostenibilidad, son los productos que cuentan con un objetivo de sostenibilidad y deben exponer cómo pretenden conseguirlo.
Karine Jesiolowski, directora de Inversión Responsable AM de Union Bancaire Privée, explica que las exclusiones estándar para la compañía abarcan “las armas controvertidas, el arma nuclear, la extracción de carbón térmico y el tabaco”.
Sin embargo, añade, “todos los fondos de UPB tienen en cuenta las ESG, con exclusiones más estrictas que cubren en particular las empresas de servicios públicos que utilizan carbón, petróleo y gas no convencionales”.
Amundi aplica una política de exclusión selectiva que incluye exclusiones normativas, sectoriales y de emisores soberanos.
En Mediolanum se prohíben las inversiones en empresas implicadas en financiación, producción, uso, venta, distribución, importación, exportación o transferencia de minas antipersona, municiones de racimo y submuniciones.
Nordea Asset Management excluye a las empresas implicadas en infracciones graves de las normas internacionales. NAM tampoco invierte en empresas que obtengan más del 5% de sus ingresos del carbón térmico y excluye a aquellas empresas que estén implicadas en la producción de combustibles fósiles a partir de arenas bituminosas.
Fidelity excluye a todas las empresas involucradas con armas controvertidas y prohibidas en los tratados internacionales.
Desde Triodos IM, cuentan con normas mínimas que establecen todas las inversiones, procesos y productos incompatibles con un futuro sostenible como el juego, la industria de las armas o las energías no renovables.
Allianz GI excluye a las compañías vinculadas a las armas controvertidas, así como a aquellas empresas que obtengan más del 10% de sus ingresos de la extracción de carbón térmico y a aquellas en las que más del 20% de su producción de electricidad se basa en el carbón. Asimismo, la gestora elimina a aquellas empresas relacionadas con la producción y distribución del tabaco y a las que registran incumplimientos o violaciones de normativas o estándares internacionales.
En Eurizon, quedan excluidas las compañías que no cumplan los límites de su Política de Sostenibilidad, como las compañías que operan en sectores no socialmente responsables o las calificadas como CCC.
¿Cómo ha evolucionado la inversión sostenible en la gestora? ¿En qué porcentaje de fondos sostenibles os movéis ahora?
Desde Triodos IM, Nikkie Pelzer, afirma que “todos los fondos tienen como objetivo la inversión sostenible, tal y como se establece en el artículo 9 del SFDR”.
Anna Stagnoli, de Eurizon, afirma que los productos de inversión sostenible representan el 67% del patrimonio total de los fondos de Eurizon. El incremento de la inversión sostenible responde, para la gestora, a la creciente demanda por parte de los clientes activos.
En Nordea Asset Management, llevan más de 35 años caminando en la senda de la sostenibilidad, con un sólido marco de gobernanza de RI y una amplia gama de soluciones ESG. En la actualidad, la gama del artículo 8 es el segmento más grande para la gestora, con diferentes niveles de elementos ESG y sostenibles.
Jenn-Hui Tan, responsable Global de Inversión sostenible en Fidelity International, afirma que desde la gestora se ha incrementado el compromiso con la sostenibilidad hasta el punto que en 2019 “lanzaron sus propios ratings de sostenibilidad, de uso exclusivo para sus analistas y gestores”.
En la actualidad, la mayoría de fondos de Fidelity tienen en cuenta la sostenibilidad de las empresas antes de invertir y cuentan con una familia de fondos sostenibles que se va incrementando.
Para Invesco, “la sostenibilidad ha ocupado un papel importante desde hace muchos años”, afirma Fernández-Bravo. La primera estrategia de ESG fue lanzada por la compañía hace 30 años y cuentan con más de 100.000 millones de dólares de inversiones puramente ESG. El grado de integración de los criterios ESG en sus procesos de inversión alcanza ya el 96%.
Allianz GI comenzó hace más de 20 años en el camino de la inversión sostenible y cuenta con una amplia gama de fondos de inversión sostenible. En 2022, la gestora contaba con 255.000 millones de euros en estrategias orientadas a la sostenibilidad y de impacto, lo que representa prácticamente la mitad del patrimonio gestionado.
En Union Bancaire Privée, los activos gestionados de forma responsable alcanzaron los 21.000 millones de CHF en 2022. Los fondos sostenibles, representan más de dos tercios de los activos gestionados en sus fondos públicos.
En Amundi “la inversión responsable ha evolucionado y se ha perfeccionado de forma constante desde la creación de la gestora”, afirma Timothée Jaulin. Actualmente, los activos categorizados dentro de la gama de Inversión Responsable representan más de 800.000 millones de euros o más del 40% de sus activos totales.
En Mediolanum International Funds, la gama de fondos de los artículos 8 y 9 representa ya el 10% de los activos totales, aunque se está ampliando con el compromiso de la gestora con la ESG.
¿Cómo ha sido el proceso de adaptar la inversión a la normativa SFDR?
Allianz Global Investors considera que la normativa es compleja y cuenta con diferentes enfoques y posibles interpretaciones. En el caso de la gestora han adaptado un enfoque más conservador a la hora de clasificar sus estrategias.
Allianz GI cree que “se seguirán produciendo ajustes durante este año y el próximo y, aunque el sector no ha llegado a una solución común, valoran las lecciones aprendidas con la implementación del SFDR”.
Desde UPB consideran que la llegada de la SFDR les “ha desafiado a mejorar y crecer en muchos frentes, desde la adaptación de sus estrategias de inversión y la formación de sus equipos de ventas, marketing e inversión hasta el establecimiento de controles y el esfuerzo de sus divulgaciones e informes, pasando por el replanteamiento de su gama de productos”.
Amundi “acogió con satisfacción la nueva normativa”, explica Timothée Jaulin, y se sienten “bien posicionados” para hacer frente a los nuevos y exigentes requisitos reglamentarios debido a su compromiso histórico con la inversión responsable.
Inma Conde, directora de ESG de Mediolanum IF, manifiesta que “han experimentado cambios significativos en el panorama europeo de la inversión en los últimos años”. “La aplicación ha sido difícil en ocasiones debido a la incertidumbre del mercado sobre cuáles son las mejores prácticas”, añade Conde, pero desde la gestora entienden que se trata de una nueva forma de invertir “para todos nosotros” y por ello, la gestora “seguirá trabajando para aplicar toda la normativa con un alto nivel de calidad”.
Para Fidelity, la adaptación a la normativa SFDR “fue rápida y relativamente sencilla”, debido a su historial de compromiso con la sostenibilidad.
Fernando Fernández-Bravo, director de Distribución de Fondos de Invesco para Iberia, explica que ha sido “un proceso positivo”, porque la normativa SFDR establece unos estándares para saber qué requisitos deben tener los productos financieros. “De esta forma, se ha podido homogeneizar la oferta de productos financieros y se puede compararlos de alguna forma”, añade.
Nikkie Pelzer, manager de Impacto en Triodos IM, explica que el proceso fue “bastante complejo”. “Tuvimos que alinear nuestro enfoque con la redacción del reglamento, lo que se convirtió en un rompecabezas semántico bastante retador”, añade Pelzer. Sin embargo, el manager de Triodos, afirma que el reglamento ha ayudado a la gestora “a que su proceso de inversión sea más explícito”.
Nordea Asset Management, por su parte, está “comprometida” con la normativa SFDR y la MiFID y continúan desarrollando sus procesos para proporcionar a los asesores datos sólidos.
¿A qué retos os enfrentáis ahora para seguir evolucionando en inversión sostenible?
Fernando Fernández-Bravo, explica que para Invesco “el principal reto seguirá llegando desde el lado de la regulación”. “La normativa SFDR implica una implantación gradual y seguiremos viendo cambios normativos a lo largo de los próximos meses y trimestres”, añade.
Otro reto será “cubrir la gran demanda de inversiones sostenibles que se prevén en los próximos años”, concluye el director de Distribución de fondos de la gestora.
Nikkie Pelzer, de Triodos IM, considera un reto lograr que los productos de inversión verdes “no se vendan bajo pretextos” y revelar “cómo los fondos de inversión convencionales contribuyen de forma efectiva a destruir nuestro futuro”.
“Debería modificarse el ámbito de aplicación de las leyes actuales con la obligatoriedad de que todos los fondos publiquen cuál es su impacto tanto positivo como negativo”, concluye el manager de Impacto de Triodos IM.
Para Allianz Global Investors el cambio climático, los límites del planeta y el capitalismo inclusivo marcarán la agenda de sus actividades de diálogo con los emisores y el contenido de su análisis, para garantizar que se identifican los riesgos y las oportunidades más importantes.
Anna Stagnoli, de Eurizon, considera importante “mantener la flexibilidad necesaria para optimizar las opciones de inversión en cumplimiento de las actualizaciones normativas”.
Karine Jesiolowski, directora de inversión responsable AM de UPB, prioriza “recopilar datos ESG precisos y utilizarlos cuando sea necesario, crear indicadores para supervisar la transición de las empresas en las que invertimos, mejorar la oferta responsable y sostenible, adaptarse a la rápida evolución de la normativa e integrar más profundamente la sostenibilidad en nuestra división de gestión de patrimonios”.
En Amundi, apuestan por alcanzar una dimensión mayor, al tiempo que clarifican su propuesta de valor, siguiendo con el objetivo de las finanzas sostenibles de financiar la transición de la economía hacia modelos más sostenibles.
Rikke Berg Jacobsen, responsable de Productos de Investigación ESG de Nordea AM, explica que la gestora se centrará en la rentabilidad y la responsabilidad. Asimismo, considera que los nuevos requisitos de la normativa europea aumentarán en complejidad y los retos a los que se enfrentan los participantes del sector.
Para Jenn-Hui Tan, responsable Global de Inversión Sostenible en Fidelity International, el principal reto es “conseguir que nuestro diálogo activo con las empresas en las que invertimos logre ir cerrando la gran brecha entre las acciones que son necesarias para alcanzar las cero emisiones netas y lo que el mundo empresarial está haciendo actualmente”.
“Las grandes multinacionales en las que invertimos deben redoblar la apuesta, pero gran parte de este impulso debe provenir de los gobiernos: necesitaremos un empujón por parte de los reguladores”, concluye.
2023-10-05 05:00:01