Reconoce Moody’s que las reformas estructurales han ayudado a España a fortalecer sus instituciones, su sistema bancario y el mercado laboral. Espera que el crecimiento siga recuperándose gracias, en gran medida, a la demanda interna. Sus previsiones apuntan a un aumento del PIB del 2,7% para este año y del 2,2% para el próximo.
"El consumo y la inversión privada se alzarán de nuevo como los principales motores de la economía, beneficiándose de la mejora de la confianza, de las condiciones de financiación y del mercado laboral", explica la firma. Asimismo, espera que el incremento de las exportaciones de bienes y servicios se acelerará en los próximos años; destacando que el país ya ha comenzado a "revertir la pérdida de cuota de mercado" en este ámbito.
En el mismo sentido se manifiesta José Ramón Iturriaga, gestor de Abante Asesores, que durante un desayuno con inversores institucionales explicaba hoy que "hay que ver la recuperación en España con perspectiva", recordando que el crecimiento del PIB estará más cerca del 4% este año que del 3%. El gestor reconoce que aún existe cierto escepticismo sobre la evolución macro y la política en España, pero insiste en que es más una percepción de los medios internacionales "que buscan grandes titulares" y de la opinión de los propios españoles. A su juicio, y con el mercado revuelto tras la resaca electoral, "no hay riesgo de que España se convierta en un país extremista, ni de una radicalización de la política, que es lo que verdaderamente preocupa a los inversores extranjeros".
A su juicio, es fundamental "no dejarse llevar", explicando que "hace seis meses las encuestas concedía a Podemos 50 escaños y, si se trasladan los resultados del domingo a las elecciones generales, el número de votos conseguidos apenas alcanzarían los 25-30 escaños", destaca Iturriaga. Iturriaga recuerda además que, pese al crecimiento de estos partidos, aún hay dos tercios del parlamento en manos de los dos tradicionales.
Moody’s prevé que el elevado déficit presupuestario se reducirá en los ejercicios venideros, hasta el 4,5% en 2015 y el 3,5% en 2016. Sin embargo, los altos niveles de deuda se mantienen como "un obstáculo para su calificación soberana a pesar de las recientes tendencias de mejora en los datos económicos, fiscales y financieros". Así, el año que viene el ratio de deuda alcanzará su punto máximo superando el 100% del PIB para ir estabilizándose hasta 2018, asumiendo siempre una recuperación y una consolidación fiscal continuas.
"El entorno político fluido de España supone algunos elementos de incertidumbre en cuanto a la dirección política en los próximos años. Aunque no prevemos un cambio perjudicial en las políticas económicas tras las elecciones nacionales, sí podría ser más difícil aprobar nuevas normativas en la siguiente legislatura. Por tanto, existe el riesgo de una desaceleración en el impulso reformista experimentado durante la actual", concluyen.
En este sentido, Link Securities señala que "los resultados de las elecciones municipales y autonómicas españolas no por esperados (la mayoría de las encuestas vaticinaban la pérdida de poder local del partido en el Gobierno) dejan de ser menos preocupantes. No tanto por la aparición de nuevas fuerzas en el escenario político, lo que no tiene por qué ser negativo, sino porque una extrapolación a los comicios generales complicaría sobremanera la gobernabilidad del país, lo que podría terminar afectando a la recuperación económica".
Consideran estos expertos que "este factor de incertidumbre seguirá pesando en el comportamiento de los mercados españoles hasta la celebración a finales de año de las elecciones generales, haciendo, como ha ocurrido desde hace meses, que su comportamiento relativo sea peor que el del resto Europa".
Ahora bien, la firma matiza que "comparar la situación de España con la de Grecia, como han hecho algunos medios anglosajones, es no haber analizado los resultados de las elecciones del domingo ya que, a pesar de la pérdida de apoyo, los partidos tradicionales continúan acaparando más del 50% de los votos en unos comicios locales en los que participan muchos más partidos que en las generales y el voto suele difuminarse mucho más. Además, los llamados partidos ‘antiausteridad’, a pesar de haber irrumpido con fuerza, siguen teniendo un peso muy limitado y, en muchos casos, han acaparado el voto de otras formaciones que también se oponían a las políticas del Gobierno".
Por su parte, José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, considera asimismo que se pueden hacer muchas e importantes matizaciones, aunque reconoce que el resultado "ha vuelto a traer a valor presente muchos de los miedos que atenazaron a los inversores hace unos años sobre la fragmentación política".
Sin embargo, apunta a que es una labor ciertamente clave aclarar algunos puntos. En primer lugar, que "la estabilidad de gobiernos es factible"; además, reitera: "los dos grandes partidos mantienen más del 50% del apoyo". Por otra parte, añade, "las autoridades españolas han aplicado muchas reformas en el pasado reciente (revertirlas es muy complicado) cuando la economía española presenta una fuerte inercia de crecimiento". Al mismo tiempo, repite: "las elecciones generales a seis meses vistas y la escasa correlación histórica con las regionales hace peligroso extrapolar resultados".
Y, finalmente, aunque no por ello menos importante, debemos tener siempre presente que el Banco Central Europeo (BCE) "sigue manteniendo una situación de colchón financiero contra la inestabilidad, especialmente en la deuda".
Barclays destaca la desaparición de las mayorías absolutas y cree que lo más importante es lo que "aprenderemos en los próximos días/semanas del comportamiento de los cuatro principales partidos: PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos (…) que tendrán que participar en complejas negociaciones de coalición".
Tanto Podemos como Ciudadanos, señala la entidad británica, podrían establecer "líneas rojas" a la hora de negociar con PP y PSOE. "De hecho, en algunos casos, pueden optar por dejar gobiernos minoritarios, ya que las coaliciones pueden traer consigo un elevado coste político para los socios menores antes de las elecciones generales de noviembre/diciembre (aún no hay fecha concreta)".
Estos expertos apuntan a posibles "uniones" entre PSOE tanto con Podemos como con Ciudadanos, mientras que las del PP se limitarán a estos últimos. "Una ‘gran coalición’ entre los partidos tradicionales aunque es posible, parece poco probable", concluyen.
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