El Ministerio de Economía había seleccionado Fernando Jiménez Latorre como director alterno en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Jiménez Latorre ocupa en la actualidad el puesto de director ejecutivo del FMI, dentro de la silla rotatoria que España comparte con Colombia, Costa Rica, Salvador, Guatemala, Honduras, México y Venezuela, tras abandonar la Secretaría de Estado de Economía.
Jiménez Latorre es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y Técnico Comercial y Economista del Estado. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en la Administración Pública. En la actualidad desempeñaba su labor como director ejecutivo en el FMI.El organismo internacional había dado de plazo hasta las doce de la noche para designar a un nuevo candidato a director ejecutivo. El uno de noviembre se reúnen los gobernadores del Banco Mundial para aceptar a los candidatos propuestos. Tras la renuncia in extremis de José Manuel Soria el equipo de De Guindos tenía que buscar otro nombre para proponerle. Entre los favoritos se encuentraba Alberto Nadal, el actual secretario de Estado de Energía en funciones.
La designación de José Manuel Soria tomó tintes dramáticos para Mariano Rajoy y sus aspiraciones para renovar su mandato como presidente del Gobierno. La tormenta y la presión desatada tras conocerse la elección, justo después de que fracasara su investidura, tenía pinta de convertirse en su tumba política para el líder popular. Pero el propio Soria renunció al nombramiento ante la polvareda desatada con una carta enviada al Ministerio de Economía. En la misiva al secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, ha explicado que renuncia por la "utilización desproporcionada" de su designación y se defiende de que no está imputado, ni investigado, ni condenado por corrupción, con lo que no está inhabilitado para el cargo de director ejecutivo en el Banco Mundial.
Como sucedió en el pasado mes de abril cuando apareció su nombre en los Papeles de Panamá vinculado a paraísos fiscales, Soria ha tenido que tomar la iniciativa tras una fuerte presión de la opinión pública, en aquella ocasión dimitió como ministro de Industria, y renunciar al puesto, todavía sin tomar el cargo, lo haría el próximo uno de noviembre, para salvar de la quema al PP y al actual Gobierno en funciones.
Los dos escándalos trascendieron en mal momento político, con Mariano Rajoy incapaz de juntar una mayoría parlamentaria para ser investido presidente. Todavía su designación, que fue comunicada el pasado viernes, minutos después del fracaso del líder popular en el Congreso, ha ocurrido en una circunstancia más desfavorable. Ni el fin de semana, ni las explicaciones ofrecidas por altos dirigentes del PP han calmado las críticas a la desiganación de Soria.
Como ocurrió con los Papeles de Panamá, donde el exministro aparecía como responsable de varias empresas familiares radicadas en paraísos fiscales, la primera reacción del partido y del Gobierno ha sido respaldar a Soria. En abril, Soria cayó en evidentes contradicciones cuando intentó explicar porque su firma aparecía en documentos de las empresas y ahora ha sido el propio Rajoy y el ministro de Economía, Luis de Guindos, quienes han mentido en estos días en sus justificaciones para el nombramiento. Ambos dirigentes han aludido a que se trataba de un concurso público para eludir la responsabilidad de la decisión.
Tanto el PSOE y Podemos habían pedido la comparencia de De Guindos en la comisión permanente del Congreso para explicar el nombramiento como máximo responsable de la decisión que había salido del Ministerio de Economía. Pero como ocurrió con el escándalo de los paraísos fiscales las peores críticas han venido del propio Partido Popular. Cristina Cifuentes y Alberto Feijóo han afeado públicamente la decisión del Gobierno de proponer a una persona salpicada por la corrupción.
Nada más conocerse su renuncia, los líderes políticos del resto de partido han salido en tromba a felicitarse por su decisión y criticar la decisión del Gobierno en funciones de haberlo propuesto. Pedro Sánchez, secretario General del PSOE, ha dicho a través de Twitter que "la renuncia de Soria al Banco Mundial pone de manifiesto lo inmoral de la propuesta y las falsedades con que han intentando justificarla". También Pablo Iglesias, líder de Podemos, ha usado la misma red social para criticar al Gobierno: "Soria no renuncia, lo retira la ciudadanía. Un Gobierno decente nunca habría permitido este nombramiento".
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