Tras esta nueva compra, el CEO de la compañía controla el 0,008% del capital de la compañía, que en los primeros nueve meses de 2016 obtuvo un beneficio neto de 1.120 millones de euros, lo que supone un 35% de aumento respecto a los 832 millones obtenidos en el mismo periodo del ejercicio anterior. El resultado neto ajustado de Repsol fue de 1.224 millones de euros, lo que supone una caída del 12,5% frente a los 1.399 millones de euros de los nueve primeros meses del ejercicio anterior, en los que se incluían resultados financieros excepcionales de 500 millones, derivados de la posición en dólares que tenía la compañía tras cobrar la expropiación de YPF, y cuyo importe se destinó posteriormente a la adquisición de Talisman, según ha informado la propia petrolera. La deuda neta del grupo se ha reducido en 1.329 millones y la cifra final asciende a 9.988 millones de euros, un 23,9% menos que en los nueve primeros meses de 2015. Según Repsol, “las medidas de eficiencia y ahorro implementadas por la compañía a lo largo del año” y “la gestión dinámica del portafolio de activos” han permitido la reducción de deuda.
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