Han sido muchos los factores que han lastrado a la bolsa española en los dos meses centrales del verano: desde las expectativas de bajadas de tipos, hasta la desaceleración económica que nos acompaña desde hace meses o al temor a un Brexit duro. Eso sin olvidar que las tensiones comerciales siguen ahí o que Italia y la incertidumbre de su gobierno ha sido foco de atención.
Desde el cierre del mes de junio hasta el término del mes de agosto, el Ibex 35 ha pasado de los 9.198 a los 8.812 puntos, es decir, se ha dejado por el camino un 4,19 por ciento. Y la banca ha soportado buena parte de la caída. A grosso modo, se ha dejado por el camino cerca de 20.000 millones de euros. ¿Cuál ha sido la fotografía concreta?
Caídas en los grandes bancos
La entidad presidida por Ana Botín se ha dejado en bolsa un 14,85 por ciento entre el 28 de junio y el 30 de agosto, un periodo en el que la entidad presidida por Carlos Torres Vila ha cedido un 12,42 por ciento. Pero el descalabro y consecuente merma de capitalización no se queda en las dos principales entidades de nuestro país.
De este modo, Bankinter se deja un porcentaje bastante similar entre julio y agosto, un 12,5 por ciento desde los 5,29 euros con los que terminaba el octavo mes del ejercicio, frente al cierre de junio a 6,05 euros por acción. Por su parte, el descenso de Caixabank en el mismo periodo ha sido del 17,9 por ciento, mientras que Bankia ha cedido un 20,28 por ciento y el Banco Sabadell ha perdido un 15,38 por ciento para terminar agosto en 0,77 euros por acción.
2019-08-31 06:34:46