La crisis de Boeing continúa

Desde que el 3 de marzo se cerrara el espacio aéreo estadounidense para estos aviones después de dos accidentes mortales en Indonesia y Etiopía y que esto desencadenara la puesta a tierra del 737 MAX en todo el mundo, Boeing está perdiendo unos 1.000 millones de dólares al mes. Las entregas de la compañía bajaron a los 30 aviones en mayo desde los 68 registrados en el mismo mes de 2018, o lo que es lo mismo, las ventas han descendido un 56%. Además la compañía ha perdido reputación y ha caído su valor en bolsa un 8% o alrededor de los 15.750 millones de dólares.

Por su parte, sin suficientes aviones para satisfacer la demanda de pasajeros, los operadores del MAX también están sufriendo enormes pérdidas y aumentos de costes después de haber tenido que cancelar miles de vuelos durante la temporada alta de viajes de verano en Estados Unidos.

La compañía estadounidense Southwest Airlines comunicó que extiende la prohibición de vuelo de los Boeing 737 MAX hasta el 2 de septiembre, desde el 5 de agosto inicial. Southwest es el mayor operador global del MAX con 34 aviones. La extensión de la fecha sigue la línea de la reciente decisión de American Airlines de ampliar las cancelaciones de este modelo hasta el 3 de septiembre, desde el 19 de agosto que habían comunicado anteriormente.

Pero parece que ninguno podrá poner en marcha sus aviones en estas fechas. Un alto cargo de seguridad de la Administración Federal de Aviación (FAA) ha dicho que el Boeing 737 MAX no volverá a estar en el aire hasta al menos diciembre. “No es posible adelantar una fecha exacta mientras se trabaja en soluciones de seguridad para la aeronave”, dijo Ali Bahrami, administrador socio para seguridad en aviación del regulador estadounidense. “El MAX volverá a estar en servicio cuando creamos que es seguro”, continuó.

Las aerolíneas de todo el mundo esperan con impaciencia la aprobación regulatoria de una actualización para el software de esta aeronave y el entrenamiento de los pilotos, lo que allanaría el camino para que los aviones vuelvan a volar.

Boeing anunció recientemente que acabó con la actualización del software de este modelo que incluye cambios en el sistema que alerta del ángulo de ataque del avión. “Hemos completado la prueba de ingeniería y el vuelo con el software mejorado y estamos en el proceso de solicitar la certificación final”, explicó el máximo ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg.

Además la compañía aeronáutica espera poder acordar con la Administración de Aviación Federal estadounidense una fecha para llevar a cabo un vuelo de prueba final y completar todo el proceso de certificación.

«Nos sentimos alentados por el progreso del que se nos ha informado y el camino propuesto para devolver la aeronave al servicio, y confiamos en que, una vez certificadas por la FAA, las mejoras respaldarán la operación segura del MAX», dijeron directivos de la aerolínea Southwest, quienes creen que una vez que la FAA apruebe los vuelos para los MAX, tomará unos 30 días para que los aviones en tierra vuelvan a estar en funcionamiento.

Para tranquilizar a los pasajeros y generar confianza en la seguridad de este modelo una vez que se incluyan las mejoras en su sistema, los gerentes de American Airlines han dicho que, tan pronto como los reguladores certifiquen que el 737 está autorizado para volar, ellos mismos volarán en un 737 Max antes de pedir a sus clientes que suban a bordo de estas aeronaves.

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