El invierno demográfico que experimentará España provocará un aumento de los impuestos para hacer viable el sistema de pensiones. Esta tendencia, ya conocida, se agrava tras las últimas reformas enfocadas a sostener a largo plazo este tipo de prestaciones económicas, según publica la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en su último informe Opinión sobre la sostenibilidad de las administraciones públicas a largo plazo: la incidencia de la demografía.
Para realizar las estimaciones sobre el gasto y los ingresos del Estado entre 2026 y 2070, AIReF estima un crecimiento promedio anual del PIB real per cápita del 1% para el periodo 2027-2050, y del 1,3% entre 2051 y 2070.
Reforma de las pensiones: más impuestos y menos puestos de trabajo
El Gobierno ha aprobado una serie de medidas legislativas encaminadas a garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, ya que su coste para el sistema de Seguridad Social se incrementará hasta el 14,8% del PIB en 2050, si bien el documento prevé una bajada de su peso sobre el total de la economía hasta el 13,4% en 2070.
La reforma aprobada a inicios de año, además de incorporar un aumento en las cotizaciones variables según el salario, establece una nueva regla que establece que estas serán las que garanticen el cumplimiento de la regla. A esto hay que sumar la entrada en vigor del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).
El informe, teniendo en cuenta sus propias previsiones en cuanto a la evolución del crecimiento económico, así como de las tasas de desempleo y de envejecimiento de la población, ha calculado el recargo fiscal que supondrá esta ley en los impuestos que gravan el trabajo.
En este sentido, AIReF pronostica este aumento de los gravámenes sobre la renta salarial y las cotizaciones a la seguridad social tendrán efectos desincentivadores sobre la demanda de trabajo, al aumentar los costes laborales para las empresas, y sobre la oferta de trabajo, al reducir el salario real de los trabajadores y desincentivar la participación en el mercado laboral.
El organismo independiente de control fiscal calcula una bajada de una décima en la tasa de empleo por cada punto porcentual que aumenten las cotizaciones. Para contextualizar, las tres medidas que ya han entrado en vigor supondrán un aumento de las cotizaciones de 2,7 puntos del tipo efectivo, según el informe. Además, este aumento impositivo recaerá con más dureza sobre las rentas altas. Si bien se espera que el aumento para los salarios inferiores a 54.000 euros sea tan solo de 1,2 puntos porcentuales, al aplicarse tan solo el MEI, el incremento de tipos se aproximará a los 10 puntos para las rentas entre 70.000 y 100.000 euros brutos al incluirse, además, el destope de las bases máximas de cotización y la cuota de solidaridad. AIReF calcula que una renta salarial de 70.000 euros pagará 7.500 euros brutos anuales más en gravámenes y una de 100.000 euros tendrá que soportar un recargo de 9.700 euros. Si se suman todos los impuestos, una renta de 10.000 euros brutos anuales pasará de soportar una carga fiscal del 36,25% al 37,45%. En cambio, una de 80.000 pasará de gravarse un 52% a un 63%. Es decir, en este último caso, de cada 80.000 euros abonados por el empleador, el trabajador solo percibirá 29.600.
2023-03-31 06:14:54