En los últimos cinco años el mercado ha absorbido el taper tantrum del cuarto trimestre de 2018, la recesión provocada por el COVID hace dos años y ahora la invasión de Ucrania. Durante cada uno de estos periodos de elevada incertidumbre macroeconómica, hemos observado que el sector sanitario mundial ha registrado un comportamiento mejor que el conjunto del mercado. Esta situación es lógica, en mi opinión, dado que este segmento es altamente defensivo. Durante cada una de las citadas oleadas de ventas provocadas por la situación macroeconómica, la demanda y la necesidad de estos productos no variaron.
En momentos de incertidumbre puede resultar difícil dar un paso atrás y pensar en el largo plazo. Sin embargo, es importante visualizar esta perspectiva más amplia cuando hablamos de invertir. La demanda de productos y servicios sanitarios está aumentando de manera estructural. Este hecho se debe al envejecimiento de la población, que es una megatendencia a largo plazo predecible. El dato más contundente es que en 2019 había alrededor de 720 millones de personas mayores de 65 años pero en 2050 la cifra será de 1.500 millones. Por eso, cabría esperar un aumento de la demanda de productos y servicios sanitarios a medida que la población mundial envejezca, particularmente en los mercados desarrollados.
Una filosofía de inversión con este enfoque sería la de invertir en empresas de calidad. Concretamente, asignar el capital a compañías que operen en mercados finales atractivos y que cuenten con unas sólidas perspectivas de crecimiento, un excelente flujo de caja libre y unas rentabilidades atractivas sobre el capital invertido. En particular, empresas que puedan reinvertir su flujo de caja libre con rentabilidades atractivas.
Eso también significa que, a corto plazo, la gran cantidad de empresas que tenemos en cartera cotizarán con múltiplos de valoración más elevados (como un PER de 20 veces), lo que, en un mercado que empieza a descontar tipos de interés más altos, puede suponer un peor comportamiento relativo en un marco temporal más reducido.
Por el contrario, considero que las compañías que tenemos en cartera cuentan con un crecimiento y unos beneficios de larga duración, así como oportunidades de reinversión interesantes que se acumularán a lo largo del tiempo y continuarán generando rentabilidades atractivas frente a los índices generales del sector sanitario y al conjunto de mercado.
Es importante destacar que el fondo no tiene en cartera biotecnológicas de pequeña capitalización no rentables, que se han visto muy afectadas en el último año, y cuenta con una exposición limitada a acciones con múltiplos muy elevados (PER por encima de 50 veces). La mejor manera de atenerse a este enfoque es centrarse en el largo plazo y tratar de identificar las mejores oportunidades (compañías de calidad).
2022-09-21 10:26:31