La liquidez de los grandes fondos de capital está en niveles récord, nunca antes vistos. En el último informe de Preqin se aprecia como el dejar dinero sin invertir es una constante cada vez más frecuente. Para hacerse una idea, en el año 2003, solo 0,4 billones se quedaban sin invertir, esa cifra ha ido subiendo hasta llegar a los 2 billones en 2018. De hecho, en los últimos días una de las noticias más comentadas es la pila de liquidez sobre la que se sientan Warren Buffett y Berkshire Hathaway.
Después de años de altos niveles en entradas de capital a los fondos de inversión, estos están inundados de capital y se enfrentan a la necesidad de poner grandes cantidades de dinero para buscar rendimiento. Algo más complicado en un escenario como el actual, donde se han acumulado una serie de factores que complican las buenas oportunidades. “La paradoja de liquidez (se agota cuando más se necesita) sigue siendo uno de los retos clave para los inversores tras la gran crisis financiera y está resurgiendo en esta última fase del ciclo financiero.”, destacan los expertos de Amundi.
A pesar del fuerte ritmo de inversión desde 2014, lo cierto es que el capital no desembolsado ha ido en aumento desde 2012 y ha alcanzado el máximo al superar los 2 billones de dólares.
“Asumir que las diferentes clases de activos deben permanecer líquidas en cualquier momento, puede producir una falsa sensación de seguridad y dar lugar a una falta de preparación para las posibles tensiones futuras.”, declaran en la gestora Amundi.
Lo cierto es que el mercado se encuentra en la fase final del ciclo y es todavía más complejo detectar buenas oportunidades de inversión. A esto hay que sumarle las tensiones políticas que rodean el escenario económico. La falta de claridad sobre la resolución del conflicto comercial entre China y Estados Unidos, el Brexit y la ralentización del Gigante Asiático y de europea agravan la escena.
Una resolución sin acuerdo en las negociaciones comerciales que están manteniendo las dos grandes potencias acentuaría las tensiones en China y haría más complejo el hecho de que aparezcan mejores oportunidades en el mercado. Pero, además, si a la turbulenta Europa se le suma un Brexit duro o un aumento de la incertidumbre en el Reino Unido, el contexto se poner peor. A todo ello habría que añadirle los malos datos macroeconómicos que se están dando.
“En este entorno, los inversores deben estar preparados para aprovechar las oportunidades que ofrecen las buenas recompensas por asumir el riesgo de liquidez, pero también deben reforzar la gestión de riesgo de liquidez para evitar una trampa de liquidez que podría obligar al inversor a vender activos valiosos en tiempos de tensión en los mercados.”, aconsejan en Amundi.
Los grandes gestores de activos con una gestión solida de liquidez y una organización global de negociación que pueda garantizar la mejor combinación de conectividad con los espacios de liquidez y las relaciones con las contrapartes, “estarán mejor posicionados para servir a sus clientes cuando la liquidez sea más necesaria”, concluyen en la gestora.
2019-02-26 10:53:54