La renta variable europea debe analizarse en 2 bloques

2018 terminó siendo un año difícil para la inversión, el último estudio de Deutsche Bank estima que más del 90% de los activos financieros terminaron el año en número rojo. Un porcentaje que no se veía desde 1901 y que supera al que se vivió en la crisis de 1929. Con todo ello, afrontar 2019 se tornaba una misión compleja. Aunque, desde Rentamarkets advierten que ven “destellos de optimismo” que les permiten afrontar 2019 “con mayor confianza y espíritu oportunista dadas las distorsiones que presentan numerosos activos”.

En la renta fija, se muestran optimistas debido a la combinación de consenso e iliquidez que “ha obligado al mercado a buscar su nuevo punto de equilibrio de una manera abrupta y ha presentado nuevas oportunidades de inversión dada la magnitud de las distorsiones.”, destacan en la gestora.

Aunque señala, que “el mayor riesgo que observamos ahora mismo es el posible aumento de las expectativas de inflación, sobre todo tensionadas por el alza de los costes laborales. Es sin duda alguna uno de los factores desestabilizadores para los cuales el mercado no está preparado, y definitivamente desinflaría la burbuja de bonos gubernamentales a nivel global. No en vano, la velocidad y magnitud del ajuste de expectativas en las curvas de tipos de interés, magnificado por la desaceleración de datos y la abrupta corrección del precio del petróleo, ha situado a la inflación subyacente por encima de la general por primera vez en dos años.”

En definitiva, con un análisis de crédito exhaustivo y el conocimiento profundo de la estructura de capital, unidos a una actitud oportunista, “tendremos la fórmula necesaria para afrontar el nuevo entorno de retirada de estímulos por parte de los bancos centrales.”, explica Ignacio Fuertes, socio y miembro del comité de inversión de Rentamarkets

Añade, además que las estrategias que primen la preservación de capital y a la vez permitan aprovechar las oportunidades serán necesarias para navegar por el nuevo régimen de volatilidad con éxito. Para ejecutarlas, es necesario buscar el equilibro entre experiencia y conocimiento en combinación con buenas herramientas para detectar más eficazmente estas oportunidades.

En cuanto a la renta variable, señala José María Díaz, gestor de renta variable y del Fondo Rentamarkets Narval, que observan dos mercados muy diferenciados en Europa. “Por un lado, vemos sectores como alimentación, consumo no discrecional y tecnología con valoraciones excesivas, con bajas rentabilidades por dividendo y envueltas en un entorno de peligrosa complacencia; por otro, vemos sectores como automoción, distribución y ciertos nichos del sector químico, por nombrar algunos, que ofrecen valoraciones atractivas y altas rentabilidades por dividendo. Terminamos el año firmemente posicionados en los segundos y así continuamos entrado 2019.”

2019-01-25 11:19:38

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