Los expresidentes, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, y el exdirector general de la caja madrileña, Ildefonso Sanchez Barcoj, ha sido citados para declarar como imputados el próximo 16 de octubre en la Audiencia Nacional.
El juez ha decidido separar el caso tras el informe de la Fiscalía Anticorrupción en el que indica que hay evidencias de delitos societarios y de apropiación indebida, a raíz de la denuncia de la propia Bankia y el Frob, que es el máximo accionista de la entidad.
La auditoría interna la propia entidad detectó hace meses la existencia de tarjetas de crédito fuera de control destinadas para el uso de gastos personales de 86 directivos. La actual cúpula directiva se lo comunicó al Frob y éste elevó el caso a la Fiscalía Anticorrupción.
Desde 1999 hasta 2012, 86 ex consejeros gastaron más de 15 millones de euros, durante la presidencia de Blesa y Rato, hasta que el equipo de José Ignacio Goirigolzarri tomó el control de la entidad. El propio presidente ha explicado que estas prácticas no se realizaban cuando comenzó a dirigir la entidad. A partir de los indicios detectados se inició la investigación, ha explicado el actual presidente.
El escándalo ha provocado que también Hacienda lance una investigación ante la evidencia de que parte del salario de los consejeros se pagaban en negro. Los gastos de las tarjetas no figuran ni en sus nóminas ni en los registros de la entidad. Además, la investigación se amplía a todas las compañías del Ibex 35 para descubrir si el sistema que utilizó Caja Madrid es habitual en otras grandes empresas.
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