La austeridad no es para el BCE

El BCE es el símbolo de la austeridad. La institución es el azote de los países díscolos contra la disciplina fiscal. Pero el supervisor no ha dado ejemplo con la nueva sede que inaugura hoy. El edificio que acogerá al consejo del BCE se  sitúa entre las edificaciones más caras del mundo al costar 1.300 millones. El supervisor ha financiado el proyecto con recursos propios, pero hay que tener en cuenta que sus fondos provienen de las aportaciones públicas de los países miembros de la Unión Europea.

El proyecto arquitectónico ha estado envuelto en la polémica desde su inicio. Se han tardado 12 años en la construcción de dos torres gemelas, de 185 metros de altura, realizadas con cemento, vidrio y acero. Y en los últimos años se ha disparo los sobre costes en 450 millones. La entidad ha explicado que se debe por el aumento de las materias primas.

Tampoco ha ayudado las apariciones públicas de su arquitecto, el austríaco Wolf Dieter Prix, que llevaba años sin diseñar nada, y ahora resume su obra en la inspiración de Messi. Las dos torres está conectadas con jardines colgantes como los de Babilonia. Además cuenta con un gimnasio para albergar los 2.600 funcionarios del BCE.

El presidente del BCE, Mario Draghi, ha inaugurado el edificio con un discurso en el que la nueva sede  "es un símbolo de lo mejor que una Europa unida puede lograr. Muchas personas han trabajado sin descanso para que este edificio sea realidad". El complejo arquitectónico incluye un rascacielos, que alberga a la mayoría de oficinas, un edificio de acceso integrado en el antiguo mercado y varios edificios auxiliares. "Representa un hito para la ciudad de Frankfurt y proporciona al BCE un magnífico nuevo hogar para el cumplimiento de su mandato".
 
Desde que se puso fecha para su inauguración, distintos movimientos sociales se han organizado alrededor de Blockupy para ensombrecer el estreno, que será hoy a las once en la planta 41, donde acogerá el consejo de BCE.

Las protestas están intentando desde primera hora de la mañana rodear el edificio para impedir su acceso. La policía tiene desplegado 8.000 agentes para impedir las movilizaciones. Se están produciendo graves enfrentamientos que están dejando vehículos incendiados y varios agentes heridos. La policía alemana está deteniendo las marchas, a las que se han unido 20.000 personas de toda Europa. Según el último recuento se ha detenido a 350 manifestantes y hay un centenar de heridos.

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