Google ya se enfrenta a cargos de promover su propio servicio de compras en las búsquedas en Internet, un caso que se arrastra desde finales de 2010 y está marcado por tres intentos fallidos para resolver los problemas.
Los riesgos son mayores en el caso de Android de Google, que invierte unos 11 millones de dólares en anuncios en los teléfonos Android de aplicaciones de Google como Maps o Gmail. "Un sector de Internet móvil competitivo es cada vez más importante para los consumidores y empresas en Europa", dijo la comisaria europea de Competencia Margrethe Vestager en un comunicado.
"Sobre la base de nuestra investigación hasta el momento, creemos que el comportamiento de Google niega a los consumidores una gama más amplia de aplicaciones y servicios móviles y se sitúa interrumpiendo el camino de la innovación por otros jugadores", continuó. Vestager dijo que en alrededor del 80% de los dispositivos móviles inteligentes en Europa y en el mundo se ejecuta Android, el sistema operativo para móviles desarrollado por Google.
Google ha violado las normas antimonopolio de la Unión Europea, ha alegado la Comision, al exigir a los fabricantes de teléfonos preinstalar el servicio de búsqueda de Google y el navegador Chrome también de la compañía. Google también está acusado de ofrecer incentivos financieros a los fabricantes y operadores de redes por preinstalar exclusivamente sus aplicaciones en los dispositivos.
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