La debilidad del dólar impulsa el crecimiento de los dividendos

Japón, Norteamérica y Europa ocuparon las primeras posiciones, mientras que Reino Unido, Asia y los mercados emergentes quedaron rezagados. En concreto, el Viejo Continente comenzó el año «con buen pie, anotándose un crecimiento general de los dividendos del 10,8%; en tasa subyacente, este dato fue del 3,6%, tanto Alemania como Francia registraron un buen crecimiento de los repartos, mientras que España protagonizó un descenso». Los tipos de cambio se han mostrado mucho más estables en los últimos tiempos, por lo que han tenido un efecto muy inferior a la hora de convertir los dividendos mundiales a dólares estadounidenses. En tasa subyacente, ajustada por las fluctuaciones de los tipos de cambio, los efectos temporales, los dividendos extraordinarios y las variaciones en el índice, el crecimiento de los repartos fue del 3,1%. La firma prevé que los dividendos mundiales aumenten un 3,9% hasta los 1,18 billones de dólares en 2016, lo que refleja un crecimiento subyacente del 3,3% Alex Crooke, director del equipo de global equity income de Henderson Global Investors, recuerda no obstante que «el primer trimestre es poco relevante en cuanto al reparto de dividendos en Europa, si bien ha mostrado indicios esperanzadores de cara al segundo trimestre, que sí resulta crucial puesto que es el periodo en el que las empresas de la región abonan la mayoría de sus dividendos anuales». Por otra parte, explica que «durante los últimos seis años, el crecimiento de los dividendos en Europa ha quedado muy rezagado frente a las demás regiones del mundo, dado que los efectos prolongados de la crisis financiera mundial y la dilatada crisis del euro posterior pusieron muchas trabas al crecimiento de las empresas. El panorama empezó a mejorar de manera notable en 2015 y confiamos en que seguirá progresando a lo largo de 2016«. Así, «aplicar un enfoque mundial ayudó a los inversores europeos a seguir beneficiándose de un crecimiento acelerado de los dividendos mientras sus respectivos países estaban sumidos en el estancamiento. Este enfoque diversifica los riesgos, no sólo desde un punto de vista geográfico sino también sectorial. De cara al resto del año, esperamos que el crecimiento de los dividendos mundiales sea ligeramente inferior en 2016 de lo que lo fue en 2015: los sólidos aumentos en los repartos de Japón, Norteamérica y Europa se verán parcialmente empañados por la debilidad de los de Reino Unido, Australia y el universo emergente».

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