Unas encuestas de los sectores manufacturero y de servicios en China mostraron una persistente debilidad en marzo en la segunda mayor economía del mundo, lo que incrementa las posibilidades de Pekín despliegue más apoyo para evitar una desaceleración más pronunciada.
El índice oficial de gerentes de compras (PMI, por sus siglas en inglés) publicado el miércoles por la Oficina Nacional de Estadísticas subió a 50,1 en marzo desde 49,9 en febrero.
Aunque el dato fue más robusto que el 49,7 que preveían los analistas en un sondeo de Reuters, se situó apenas por encima del nivel de 50 puntos que separa la expansión de la contracción, lo que sugiere que la actividad fabril sigue siendo tibia en el mejor de los casos.
En otra muestra de que las empresas afrontan una demanda mediocre, una encuesta diferente del sector de servicios de China mostró que el PMI no manufacturero oficial cayó a 53,7 en marzo desde 53,9 en febrero, volviendo al mínimo de un año registrado en enero.
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