«La diversificación en renta fija será clave en 2015»

Pese a que el menor coste del petróleo debería contribuir a estimular el crecimiento en la mayoría de los países, la rapidez de las caídas ha resultado desconcertante para muchos, que incluso ahora se preguntan si la economía mundial podría estar amenazada. En este contexto, David Stubbs, Executive Director Estratega global de mercado de JP Morgan Asset Management analiza las oportunidades que la volatilidad puede dejar a los inversores.

Además de a los mercados de renta variable, la caída de los precios del petróleo también ha pesado sobre la renta fija. El experto recuerda que la creciente amenaza de deflación y la posibilidad cada vez más real de que Europa se embarque en un programa de expansión cuantitativa han empujado los tipos de interés de los bonos gubernamentales a niveles aún más bajos.

"Aunque puede resultar sorprendente que un país como España se esté financiando a un tipo de interés inferior al de EEUU,  las perspectivas de deflación continuarán frenando los tipos de interés. Además, el mercado empieza a equiparar al Reino Unido con el resto de Europa", explica. Y recuerda que el diferencial entre el bono del Tesoro estadounidense a 10 años y su equivalente británico se sitúa en torno a los 30 puntos básicos, su nivel más alto desde 2006, pese a que se espera que el Banco de Inglaterra (BoE) elevará su tipo de interés de referencia en 2015.

Pero la caída del precio del petróleo no solo afecta a Bolsas y a bonos soberanos. El mercado de crédito también se ha visto dañado. "Las empresas energéticas concentran más del 18% de las emisiones de high yield en EEUU en 2014, frente al 6% que representaban en 2008".

En este sentido, Stubbs señala que "las dudas sobre su sostenibilidad tras la caída del precio del petróleo han empujado los precios de los bonos a la baja y los tipos al alza". Sin embargo, el experto recuerda que el high yield europeo ha conseguido capear el temporal "gracias a que cuenta con una exposición relativamente baja al sector energético y por eso Europa ha registrado un mejor comportamiento que EEUU en este periodo". Juntando todo este escenario, los expertos manejan tres implicaciones para la inversión de cara a los próximos meses:

1. La volatilidad es inherente a los mercados financieros y se espera que el año que viene sea más movido que este. Los inversores deben mirar más allá de las oscilaciones del mercado a corto plazo y mantenerse invertidos para beneficiarse de la recuperación de los beneficios corporativos que esperamos ver a ambos lados del Atlántico.

2. Aunque las rentabilidades de los bonos se mantienen increíblemente bajas en términos históricos, la búsqueda de refugio, las perspectivas de baja inflación y las tensiones geopolíticas podrían provocar nuevas caídas. Si bien una cartera equilibrada debe contar con algo de exposición a renta fija, la diversificación dentro de la clase de activo continúa resultando clave.

3.  Mientras que la exposición al sector energético ha lastrado al crédito high yield en Estados Unidos, el high yield europeo está muy poco expuesto al sector de la energía, por lo que permite beneficiarse de la fortaleza del sector corporativo europeo sin añadir exposición a renta variable. Además, ahora que el diferencial con los bonos gubernamentales europeos está en máximos históricos, podría resultar un buen punto de entrada.

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