La encrucijada del inversor tras la tormenta

Según los datos de Citigroup, los inversores siguen abandonando las bolsas a nivel mundial. En la primera semana del año las retiradas habrían sido de 8.800 millones de dólares. La mayor parte de estas retiradas han sido en la bolsa estadounidense. De hecho, y tal y como recuerdan desde CapitalBolsa, por cada 10 dólares que se retiraban en la renta variable estadounidense, uno se retiraba en Europa, y en las bolsas emergentes llevan tres meses de salidas ininterrumpidas. En la última semana la retirada es de 473 millones de dólares.

Pero, ¿deben los inversores abandonar la renta variable? Los expertos tienen claro que no. Eso sí. Siempre mirando a esta categoría con la máxima prudencia. Para los analistas de Bankinter, "hay que mantenerse lejos de emergentes y de activos relacionados con las materias primas". En el otro lado de la balanza, la firma apuesta por los fondos de retorno absoluto y bolsa europea. "Eso sí, con un enfoque muy selectivo en compañías, favoreciendo sectores estables y con rentabilidades por dividendo sostenibles (concesiones, consumo, retailers y utilities)", indican.

La mayoría de grandes gestoras habrían aprovechado los momentos bajistas de los últimos meses para aumentar su exposición a activos de mayor riesgo en busca de rentabilidad. Por ejemplo, desde Vontobel AM han utilizado la debilidad de los mercados en diciembre para aumentar su exposición a renta variable, "añadiendo a nuestras posiciones acciones de mercados desarrollados". Desde la firma reconocen que sus carteras, por tanto, no son inmunes a la reciente ola de ventas.

Pero creen que los inversores han sobrerraccionado. "Los mercados han experimentado un exceso de ventas y el sentimiento de los inversores es negativo, por lo que nos atenemos a nuestra exposición por ahora. Dicho esto, somos conscientes de los riesgos para el crecimiento mundial y los beneficios globales y estamos dispuestos a reconsiderar nuestra posición si es necesario", indican.

De momento, en la firma siguen manteniendo una posición infraponderada en los mercados emergentes, con poca exposición a los sectores de renta variable y los países directamente afectados por las dificultades de la economía china.

Tal y como explica Fabrizio Quirighetti, economista jefe de SYZ AM, el mayor peligro a partir de ahora es que las crecientes tensiones en los mercados conduzcan a un pánico generalizado que podría ser comparado con lo que ocurrió hace unos años. "¿De quién es la culpa?", se pregunta el experto. "La razón de lo que está sucediendo son las muchas incertidumbres que ahora están surgiendo. Y el caso de China es obviamente una preocupación, y esto se debe principalmente a la pérdida de credibilidad del gobierno. Las reacciones de pánico que han estado produciendo desde el verano pasado han arrojado algunas dudas sobre la capacidad real de Pekín para controlar la situación, y no a los últimos ajustes sobre el yuan", asegura.

Jaume Puig, de GVC Gaesco, advierte que "en este contexto de ruido, sin significancia final, se está produciendo una mejora continuada de los datos de la zona euro". Sin ir más lejos ya se ha conocido el PMI manufacturero de la zona euro, que fue de 53,2, dato muy bueno y superior tanto al anterior como al previsto, que eran ambos de 53,1. "Muy probablemente estemos en una fase ya madura del tercer diente de sierra del año 2015, el que se produjo durante el mes de diciembre", explica. Así, en la firma también han aprovechado la actual coyuntura para aumentar posiciones, "dado que todo lo esencial, resultados empresariales y múltiplos de valoración continúan estando en una situación tremendamente favorable para el inversor".

Para Christophe Donay, director de análisis macroeconómico de Pictet WM, el nerviosismo respecto al mercado de acciones de China es una manifestación de la incertidumbre del modelo económico en el país, por la disminución de crecimiento de su PIB y volatilidad de datos económicos y financieros. "Además el choque diplomático Saudita-Irán ha añadido nerviosismo mientras que la caída de los precios del petróleo afecta a países productores como Brasil. Por lo tanto los mercados emergentes probablemente continúen con perspectivas mediocres", explica.

De hecho, considera que las fuertes caídas que el índice CSI 300 ha registrado esta semana no están relacionadas con cambios importantes en los fundamentales económicos. "Los mecanismos de interrupción de las cotizaciones puestos en marcha desde el pasado agosto generan la acumulación de órdenes de venta que se reanudan cuando se reabre el mercado (China ha eliminado el mecanismo y su Comisión Reguladora decidirá cómo y cuándo accionistas de referencia y directivos pueden deshacerse de participaciones de 1% los próximos tres meses). Pero las encuestas PMI de fabricación y servicios publicadas recientemente han estado algo poco debajo de las expectativas, pero no lo suficiente para desencadenar tal liquidación", asegura.

Bajo este escenario, considera que la deuda del Tesoro de EEUU y Bunds alemanes siguen siendo los mejores activos de protección. "Así en cinco días las rentabilidades de los bonos del Tesoro de EEUU han disminuido de 2,3% a 2,15%, con el correspondiente aumento de su precio", recuerda el experto, reconociendo que el estrés en los mercados financieros globales no está siendo tan elevado como cabría esperar. "El índice VIX de volatilidad implícita del índice de acciones de EEUU S&P500, ha permanecido en 20%, considerado un régimen medio", indica. Por su parte los mercados de deuda de alta rentabilidad de EEUU también se han mantenido estables. "Sin embargo si los precios de la energía ceden más la situación puede deteriorarse en sectores de energía, valores cíclicos y materiales, pudiendo desencadenar estrés en otros activos de riesgo", advierte.

 

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