El informe “Changing Philanthropy: Trend Shifts in Ultra Wealthy Giving” de Arton Capital y Wealth-X se centra en las innovaciones en torno a las donaciones de los altos patrimonios, identificando las tendencias que ayudan a aumentar la escala de las mismas y las novedades en filantropía, como la inversión de impacto, o cómo la ‘devolución’ a la sociedad se está volviendo parte de la identidad de las organizaciones y cuál es la agenda en este sentido de los Millennials. Así, la investigación concluye que la mayor parte de los grandes donantes son individuos ‘hechos a si mismos’, al suponer un 70% del total. De hecho, destaca que aquellos que han donado al menos un millón de dólares en su vida son significativamente más ricos que sus comparables. De media, los altos patrimonios (aquellos con una riqueza de 30 millones de dólares o más) donarán unos 29,6 millones a lo largo de su existencia, ascendiendo el total hasta la fecha a los 550.000 millones de dólares. Es más, el estudio apunta que los principales donantes tienen una mayor proporción de su riqueza en activos líquidos, aproximadamente 85 millones de dólares, y suelen donar más de la mitad de sus fondos en efectivo a caridad durante su vida. Educación y salud son las principales causas de filantropía, si bien, las cuestiones ambientales van ganando terreno. Mientras, las nuevas generaciones, los Millenials concretamente, están introduciendo nuevos modelos que combinan las fundaciones tradicionales con ‘emprendimientos’ lucrativos y empresas sociales, al tiempo que impulsan la filantropía basada en los empleados. Por otra parte, el informe detalla que se está produciendo un ‘desenfoque’ entre la filantropía corporativa e individual, es decir, los altos patrimonios están aprovechando los recursos a su disposición para maximizar sus donaciones, alineando la estrategia filantrópica de su negocio con sus propias donaciones personales.
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