El desafío diario de los directores financieros o responsables de pagos, tiene mucho que ver con la gestión eficaz de la tesorería de sus empresas. Esto quiere decir que los momentos en los que no hay liquidez suponen una dificultad importante a la hora de realizar los pagos a los proveedores.
Por el contrario, los excesos de liquidez tampoco son productivos para la empresa, así que el reto consiste en convertir esas situaciones en una oportunidad para crecer o para adelantarse a los pagos, de forma que la capacidad de maniobra sea mayor.
Es por ello que las herramientas para adaptarse a esos momentos cumbre o valle de liquidez están creciendo en número y en efectividad. Sobre todo, la tecnología y el ámbito digital se imponen por la capacidad de poner en contacto a las dos partes, así como gestionar los pagos de una forma más ágil. La ventaja es que desaparece la intermediación de los bancos en el proceso de negociación. En este contexto surge, el cada vez más conocido, Supply Chain Finance (SCF).
Una de esas herramientas es la que ofrece BilliB, que en resumen es un gestor de finanzas que permite y facilita un canal donde clientes y proveedores puedan colaborar para el beneficio de ambas partes. La clave está en que estas dos partes se ponen en contacto directo entre ellas y con el financiador, de manera que hay una conexión más sencilla y eficaz.
La inserción de este tipo de herramientas tecnológicas en las finanzas diarias de las empresas es cada vez más firme y supone un gran avance en su margen de maniobra. Prueba de ello es que Bankia forma parte del proyecto, una entidad que respalda la continua innovación que requiere el ámbito financiero.
Una de las ventajas que ofrece BilliB es que proveedores y clientes trabajen de una manera segura, sin riesgos. Los beneficios de BilliB afectan a varias parcelas de las finanzas de la empresa, como la rentabilidad, ya que los descuentos que se obtienen repercuten en los beneficios antes de impuestos. También repercute en la mejora de la planificación, con la ventaja que supone disponer de un mayor control.
Además, la cuenta de resultados también se beneficia, gracias al avance en el periodo medio de pago a proveedores, entre otros ratios financieros. Por otro lado, los procesos se optimizan, al contar con un instrumento digital y más ágil donde gestionar todo tipo de trámites.
hemeroteca