La incógnita de Reino Unido

El FMI ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para la economía mundial por el Brexit. El organismo ha rebajado en una décima su previsión para 2016 y 2017 hasta el 3,1% y el 3,4% respectivamente. Según el FMI, los países europeos más avanzados serán los más perjudicados por la incertidumbre del Brexit, y en el resto tendrá también "un impacto relativamente moderado". A la Zona Euro le costará dos décimas de su crecimiento para 2017 (1,4%), y para Reino Unido supondrá perder dos décimas este año (1,7%) y nueve décimas para 2017 (1,3%).

Pese a que es imposible conocer a ciencia cierta el impacto del Brexit en la economía británica, la ruptura con la Unión Europa podría suponer que el país deje de ser la entrada de las inversiones procedentes de América y Asia. Los bancos de inversión han anunciado que estudian el traslado de sus sedes a otras ciudades europeas, así como empresas como Vodafone o easyJet, que ha pedido permiso para operar en otro país europeo.

El Brexit ha llegado en el momento más inoportuno para la economía global, cuando las economías avanzadas se debaten en decir adiós definitivamente a la recesión, especialmente en Europa. Los bancos centrales tenían ante sí mismos dar por cerrada la etapa de tipos cero y políticas expansivas, pero tras la votación del 23J ha vuelto a imponerse rehacer la estrategia sobre los tipos. Inesperadamente, el Banco de Inglaterra decidió el pasado día 14 mantener los tipos sin cambios en el 0,5% después de rebajar las exigencias de capital a la banca británica en 5.700 millones de libras, elevando la capacidad para prestar de las entidades a hogares y empresas por encima de los 150.000 millones de libras.

Los retos de May

La elección del nuevo primer ministro británico no se hizo esperar hasta el día 9 de septiembre y Theresa May tomó posesión del cargo el pasado día 13 de julio.  May ya ha iniciado las conversaciones con sus homólogos europeos para tratar la ruptura de Reino Unido con la Unión Europea. Esta semana se ha reunido con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, a quienes transmitió su intención de seguir cooperando con los países europeos: "Nos vamos de la Unión Europea pero no de Europa". Además, May ha declarado que "no antes de fin de año" se iniciará la aplicación del artículo 50, algo que Merkel ha calificado de decisión "comprensiva" porque es "normal que el Gobierno británico necesite tiempo para definir sus posiciones".

¿Efecto contagio?

Existe el temor de que el Brexit provoque un efecto llamada en otros Estados miembros de la Unión Europea. Dinamarca, Holanda, Hungría o Polonia ya están haciendo cola. El sentimiento euroescéptico y de nacionalismo está experimentando un auge inédito después de las políticas económicas fracasadas de los últimos años. Y lo peor llegaría si esa marea de animadversión al club europeo comienza a calar en los países que conforman el euro, lo que atraería de nuevo las dudas sobre la ruptura de la moneda única.

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