Los grupos con mayor influencia en esta bajada fueron la vivienda, con una variación negativa del 4,4 %, debido al descenso de los precios de la electricidad, frente a la subida registrada el pasado año.
También repercutió el transporte, con una tasa negativa del 6,4 %, consecuencia de la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes, que se mantuvieron estables en septiembre de 2014.
En términos mensuales, registró un descenso del 0,3%, la mayor caída en un mes de septiembre en 50 años. Los grupos con repercusión negativa en este índice fueron el transporte (caída del 1,3 %), por la disminución de los precios de los carburantes y lubricantes; y ocio y cultura (descenso del 2,4 %), por la disminución de los precios del viaje organizado.
La influencia de la electricidad y combustibles se observa en el IPC subyacente, que no incluye estos productos por su elevado componente de volatilidad, ya que subió una décima hasta el 0,8%. De esta manera, la cesta de productos con una variación más constante y que sirve a los economistas para valorar la evolución de los precios de manera generalizada, se mantiene constante. Desde el pasado mes de diciembre, cuando salió de tasas negativas, describe una subida sostenida con alzas de una o dos décimas.
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