La peor crisis inmobiliaria de Argentina en 30 años

El mercado inmobiliario lleva una caída en picado desde el Gobierno de Cristina Kirchner instauró el cepo cambiario, limitación para acceder a dólares, a finales de 2011. Los profesionales del sector alertaron en su momento que la decisión iba a hundir las ventas en un mercado donde la mayoría de operaciones se realizaban en dólares. Las consecuencias no se hicieron esperar y la compraventa en un año se desplomó un 50% en las principales ciudades del país.
 
Desde entonces el negocio prosigue un declive que se está agravando por la recesión económica que atraviesa el país y la escasa repercusión que está teniendo el CEDIN, un instrumento financiero que busca aflorar los dólares del mercado negro, en el sector. Las últimas cifras que ofrecen los registradores de Buenas Aires marcan niveles de hace diez años. Las escrituras realizadas en la primera parte del años alcanzaron una cifra de  2,898 actos, por debajo de la cifra que se registraron durante la crisis financiera de 2009. La evolución del número de operaciones que se cerraron desde 2011 es significativa.  En ese ejercicio durante los primeros seis meses se cerraron 5,515 operaciones. En el 2012 fueron 4,667 escrituras y en 2013 fueron 3,426.
 
Otro dato relevante lo dio  Cámara Inmobiliaria Argentina que informó que en lo que va de año se han cerrado 884 empresas inmobiliarias solo en la ciudad de Buenos Aires. Su presidente Armando Pepe, calificó la actual situación como la peor crisis inmobiliaria en 30 años. Durante sus intervenciones en distintos medios del país ha destacado que en algunas regiones del país apenas se cierran ventas.
 
Los profesionales del sector subrayan que solo se detecta actividad en los inmuebles en construcción que se pueden pagar en pesos, mientras la vivienda de segunda mano o recién construida sufre los efectos del cepo. Además, se une que los propietarios prefieren no vender a cobrar en pesos.
 
La situación se complica con el difícil momento económico que atraviesa argentina sumida en la recesión. El mercado de oficinas también está muerto por el exceso de oferta provocado por el cierre de empresas.
 
La única buena noticia es que en el segmento donde se compra y vende en pesos presentó una mejora en el volumen de dinero, a pesar de que se ha registrado una baja en la cantidad de operaciones registradas.Hasta junio pasado el negocio de los ladrillos había movido 1,728 millones de dólares (con 3,426 escrituras concretadas), y en el mismo mes de 2014 se sumaron 2,197 millones de pesos.
 

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