Apenas unos días después de tomar posesión de su cargo, el presidente de Aramco y nuevo ministro de Energía de Arabia Saudí, Khalid Al-Falih, empieza a remover los cimientos de la economía saudí.
La salida a Bolsa del 5% de Aramco está en marcha y ahora se plantea su expansión global a través de joint ventures en Asia y Norteamérica. "Estamos viendo el actual estado del mercado que, pese a que es desafiante, es una oportunidad de crecimiento excelente", afirma Al-Falih que ha detallado que están buscando oportunidades en Estados Unidos, India, Indonesia, Vietnam y China.
Además, las autoridades quieren que Aramco juegue un rol central en el desarrollo de proyectos industriales que estimulen los sectores no petroleros de la economía. En este sentido, Al Falih ha anunciado que está terminando la construcción de un astillero que estará plenamente operativo en 2021, creará más de 80.000 puestos de trabajo y permitirá reducir sus importaciones en 12.000 millones de dólares. La compañía prevé que la demanda de petróleo se incrementará en 1,2 millones de barriles diarios a lo largo de este año.
Según Al-Falih, el control de costes ha funcionado: "Nuestras inversiones en la capacidad de petróleo y gas no se han ralentizado, hemos sido capaces de hacer un montón de recortes en el gasto simplemente reduciendo los costes, nuestra cadena de suministro de servicios se ha convertido en mucho más barata".
Como parte de este proceso el domingo se realizó un cambio de gabinete. El ministro de Petróleo, Ali al-Naimi, quien llevaba dos décadas en el puesto, fue reemplazado por Khalid al-Falih, ex CEO y actual presidente de Aramco.
hemeroteca
