Reconoce que este experto que el crudo permanecerá deprimido, pero señala que es una cuestión de exceso de oferta (como en otras materias primas), no de demanda. Al mismo tiempo, deja claro que "las preocupaciones por un ‘aterrizaje forzoso’ del gigante asiático son exageradas". Y es que, recuerda, la economía se esta reequilibrando, de inversión a consumo, lo que explica una menor tasa de crecimiento. "Pero no nos encontramos al borde del colapso", ni mucho menos, pues "el Gobierno todavía dispone de medidas" para hacer frente a la desaceleración.
Sí, admite, el ciclo económico de Estados Unidos "está madurando, pero aún no se ha dado la vuelta". Lo vemos, por ejemplo, en el hecho de que a pesar de la ralentización del PIB, el país sigue "creando mucho empleo". Y, sobre todo, deja claro que "a pesar de que la actual expansión empieza a ser larga, la política monetaria no es lo suficientemente restrictiva para causar una recesión".
Mientras, la mejora de la Zona Euro continuará, es más, cabría esperar que la región "pise el acelerador" de la mano del consumo, tras un cuarto trimestre "penalizado por la meteorología". Sin olvidarnos de los "vientos a favor" que suponen la caída del petróleo y el Banco Central Europeo (BCE).
En lo que respecta a los emergentes, para Nouen la diferenciación es la clave: entre los países importadores de materias primas y los exportadores. Así como en la postura de los bancos centrales: "Los asiáticos mantendrán una política acomodaticia, mientras que los latinoamericanos tendrán que ser más restrictivos". Advertencia especial para Brasil, principal fuente de riesgo en estos activos, "necesita recuperar la confianza", pero es difícil con el actual entorno político, declara este experto.
Así las cosas, concluye: "El crecimiento será superior al 3%. Y, en este contexto, la renta variable sigue siendo el activo que ofrece mejor rentabilidad, especialmente la japonesa y la europea, pues en Wall Street comenzará a pesar el estrechamiento de los márgenes.
Por otro lado, evitar deuda soberana es lo que toca, pues el incremento de los tipos a largo plazo en Estados Unidos tendrá impacto en otros lugares; tampoco es interesante el efectivo, ni los bonos corporativos.
Pero más allá de la Bolsa, la firma cree que la renta fija convertible se verá beneficiada por el ascenso de la renta variable, mientras que en la deuda subordinada financiera "todavía se pueden obtener rendimientos atractivos". Y, finalmente, en high yield destaca que "en la Zona Euro seguirá viéndose impulsada por el crecimiento económico y la abundante liquidez". Aunque, eso sí, "se recomienda precaución" en este activo.
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