Los gestores de renta fija se preparan para un 2015 que se presenta como uno de los años más complicados de los últimos tiempos, en un entorno de tipos de interés en mínimos que cada vez complica más la búsqueda de rentabilidad en este tipo de activos. En este contexto, las gestoras se han puesto manos a la obra para buscar alternativas que no defrauden a sus clientes. Pictet ha sido una de las más activas en este sentido en los últimos años, apostando por una gestión activa de las carteras de renta fija sin esconderse detrás del índice.
Andrés Sánchez Balcázar, gestor del Pictet Absolute Return Fixed Income, ha conseguido que en este entorno de tipos en mínimos y bajos spreads (diferenciales de crédito) su fondo obtenga una rentabilidad del 4,03% anualizada desde el lanzamiento de la estrategia en septiembre de 2012, con una volatilidad muy reducida, del 2,4%.
Su secreto: seguir una estrategia de largo plazo más allá de los ciclos económicos y no partir de un punto de vista únicamente macro, sino realizar una valoración reactiva de varias tendencias estructurales que ya están marcando el devenir de los mercados.
Sánchez Balcázar señala cuatro puntos clave que los inversores deben tener muy presentes si quieren dar valor a sus carteras de renta fija. El primero de ellos es la perspectiva de que los tipos de interés se mantendrán bajos durante un largo periodo de tiempo, acompañados de políticas expansivas de los bancos centrales para frenar el impacto del bajo crecimiento.
El papel de los Bancos Centrales
El segundo pilar a tener en cuenta es la situación económica en Europa. "No existen instituciones para resolver crisis financieras en Europa", explica Balcázar, que aunque reconoce que la Unión Bancaria es un paso adelante en este sentido, echa en falta mayores perspectivas hacia la unión fiscal y un mayor compromiso con las reformas en algunos países como Francia e Italia, donde el experto advierte que "podemos ver sustos esporádicos en sus mercados de renta fija". Por eso, aconseja mantenerse al margen de estos mercados, frente al de deuda español, asegurando que la prima de riesgo nacional puede incluso caer por debajo de los 100 puntos básicos en los próximos meses si el BCE lanza un programa de compra de bonos soberanos.
Y he aquí el ‘quid de la cuestión’. Los bancos centrales seguirán marcando muy de cerca el mercado. Balcázar se suma a las voces que apuntan a que el Mario Draghi se verá obligado a lanzar ese programa de quantitative easing (QE) el próximo año, aunque reconoce que el organismo que preside tendrá que superar muchos obstáculos antes de convencer a sus socios para llevar a cabo la hazaña. "Primero debe hablar la corte de Justicia Europea, para saber si el mandato del BCE cubre o no esa competencia. Si es favorable, tendrá que comprar toda clase de deuda pública dependiendo de la participación de cada país en el organismo, incluyendo deuda alemana, lo que sería poco eficiente", advierte. Para la reunión que hoy mantendrá la institución, el gestor apunta a un anuncio de compra de deuda corporativa.
Los estímulos en Japón y la economía China son los otros dos pilares que el gestor maneja como apoyo al mercado de renta fija en 2015. Y por último China, un país al que habrá que prestar mucha atención para comprobar si se consolida la reducción en su ritmo de crecimiento.
El valor está en…
Mezclando todas estas ideas, Pictet ve más valor en la parte más larga de la curva en Europa, especialmente Alemania, y de EE UU. También apuestan por la deuda emergente denominada en dólares y la deuda local siendo muy selectivos, aprovechando las oportunidades en países donde se han subido tipos para evitar la depreciación de las monedas (en moneda local) y también en otros como Turquía que pueden beneficiarse de la caída de los precios del petróleo al ser importadores de esta materia prima. emitida por las entidades financieras europeas. Respecto a emergentes, también prefieren la deuda local
En el otro lado de la balanza, como activos ya sobrevalorados, sitúa a la deuda italiana y francesa, el grado de inversión en EE UU, una parte del high yield europeo y, en el corto plazo, el dólar. Uno de los activos con el que los inversores tendrán que tener más cuidado que nunca el próximo año. "Hay mucha gente en la fiesta y la puerta de salida es muy pequeña", explica el gestor en referencia al billete verde.
A su juicio, "la duración es clave para la gestión de la renta fija, y esa gestión tiene que ser dinámica". Y así lo pone de manifiesto en la estrategia que emplea en el fondo que gestiona. A principios de año la cifra rondaba los 4,5 años de duración, para bajar después a 1,5 años y volver a niveles de 2,5 años.
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