Esta fue la sanción más elevada de la historia europea, a unas firmas acusadas de falsear la referencia para fijar los precios de 250 billones en activos. "Estas normas deben poner fin a la manipulación. Estos índices son importantes para las personas con hipotecas, pero también se usan para fijar el precio del petróleo y del tipo de cambio del euro. Por eso su credibilidad es clave. Me enorgullece que Europa haya sido el primer continente en regular este ámbito",explicaba la eurodiputada Cora van Nieuwenhuizen, por el grupo de los liberales ALDE, encargada de la tramitación parlamentaria de la iniciativa.
La nueva legislación pretende introducir transparencia en el proceso de fijación de estos índices y evitar los conflictos de intereses como los que llevaron al escándalo por el amaño del líbor. Europa es consciente de que los precios de instrumentos financieros por valor de billones de euros dependen de los índices de referencia, y millones de créditos hipotecarios también están vinculados a ellos. «Como consecuencia, la manipulación de los índices de referencia pueden provocar pérdidas importantes a consumidores e inversores, distorsionar la economía real y socavar la confianza del mercado», reconocía entonces la Comisión.
Con la nueva Ley quedan establecidas tres categorías de índices: Críticos, Significativos y No significativos. Cada uno de ellos estará sujeto a diferentes regímenes de supervisión en función del grado de influencia que tengan sobre la estabilidad de los mercados financieros. En el primer grupo, los "críticos" afectan a instrumentos financieros y contratos por un valor medio de al menos 500.000 millones de euros y pueden por tanto afectar a la estabilidad de los mercados financieros en toda Europa. "También se considera crítico un índice si tiene pocos o ningún sustituto adecuado y si, en caso de interrumpirse su publicación, generaría un efecto significativo y adverso sobre la estabilidad de los mercados", aclara el Parlamento.
El segundo grupo, los denominados "significativos", están ligados instrumentos y productos financieros cuyo valor medio supera los 50.000 millones de euros. Y en el tercer y último grupo, los calificados como "no significativos" son aquellos que no entran en ninguna de las anteriores categorías.
Por otro lado, el nuevo reglamento también establece que todos los administradores de índices de referencia tendrán que estar registrados o contar con autorización de la autoridad competente, aunque sólo ofrezcan índices considerados como "no significativos". Tendrán que publicar una declaración definiendo con precisión el objeto del índice, su metodología de cálculo y sus procedimientos. Quienes administren índices "críticos" tendrán que contar con una estructura organizativa clara para evitar conflictos de intereses, y estarán sujetos a sistemas de control.
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