La economía europea comienza a coger impulso gracias a las medidas del BCE de comprar deuda y la debilidad del euro. LOs países que forman parten de la Unión Europeo y del club del euro se están beneficiando de los tipos bajos para financiarse y aumentar las exportaciones. Unido al descenso del petróleo es el combustible perfecto para que economías como la española, francesa e italiana comiencen a carburar. En concreto, el PIB de la eurozona creció un 0,4%, una décima más que en el último trimestre del año pasado y pese al lastre que ha supuesto el frenazo de Alemania.
Por tamaño y peso de sus economías, el avance del 0,9% de España, el 0,6% de Francia y el 0,3% de Italia compensan la escasa aportación alemana. La locomotora alemana solo ha crecido un 0,3% frente al 0,7% del cuarto trimestre flaqueando en el mercado exterior. La economía alemana sigue fuerte en demanda interna, pero está mostrando extrañas debilidades en su fortaleza exterior. Las grandes economías desarrolladas han dado sorpresas negativas en el primer trimestre del año por culpa del estancamiento del mercado internacional. Estados Unidos avanzó un 0,1% y Reino Unido un 0,3%. Las economías emergentes que lideran las compras de sus productos y servicios como Brasil, China o Rusia no pasan su mejor momento.
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