Paul David, gestor y director de Infraestructure Debt de Allianz Global Investors, explica las claves de cómo y dónde invertir en América Latina.
Invertir en Latinoamérica se considera, en muchas ocasiones, una inversión de alto riesgo. Esto es comprensible para países como Argentina, cuya deuda soberana está calificada con B plus, o para Brasil, con una calificación crediticia de BB-. Sin embargo, “marcar una región entera con el mismo pincel no es correcto, especialmente cuando se trata de inversiones en infraestructuras”, destaca Paul David.
La clave es seleccionar entre proyectos y países de la región, lo que permite proporcionar un mayor potencial de rendimiento en la cartera a niveles de riesgo “comparables a los que se manejan en Estados Unidos”. David destaca que el primer paso para mitigar el riesgo de esta clase de activos implica centrarse exclusivamente en seis países de la región: México, Chile, Perú, Colombia, Uruguay y Panamá. “Todos estos países han demostrado sólidos antecedentes para desarrollar su infraestructura con capital extranjero. Y, lo que es crucial, todos ellos también requerirán de entradas importantes de inversores extranjeros en los próximos años”, apunta el gestor y director de Infraestructure Debt de Allianz Global Investors.
Para mitigar aun más el riesgo, Paul David explica que se puede hacer una buena selección entre diferentes sectores dentro de las infraestructuras. Entre ellos, destaca los sectores como el encargado de la distribución, la transmisión de energía, las tuberías de agua, sistemas de desalinización y energías renovables. “Además, es recomendable concentrar una mayor exposición a la inversión en México, Chile y Perú. Por su parte, en Colombia, Uruguay y Panamá podría ayudar tener menos exposición para manejar mejor el riesgo”, asegura el especialista de Allianz GI.
El ESG en el punto de mira
Los activos de infraestructura en América Latina ofrecen una serie de beneficios potenciales: tienen calificaciones cercanas a las BBB plus o Chile en la A plus. Actualmente, “ofrecen rendimientos a largo plazo que creemos que pueden persistir. Si bien cada acuerdo de infraestructura es único, nuestro análisis muestra que la deuda en infraestructura en América Latina ofrece alrededor de 100 puntos básicos de potencia de rendimiento adicional en comparación con la deuda corporativa pública de Estados Unidos. Dado que una proporción significativa de las oportunidades de inversión se concentra en las energías renovables, esta clase de activos pueden ser atractivos desde una perspectiva ESG”, concluye Paul David.
2018-12-24 13:48:05