Las preguntas más importantes a la hora de pedir un crédito

La última crisis económica y sus consecuencias han provocado que una gran parte de la sociedad no quiera endeudarse. Pero, ¿es buena idea evitar pedir un préstamo? Gracias al endeudamiento, cada vez vemos a más jóvenes emprendiendo un negocio, accediendo a la universidad o a familias comprándose una vivienda. No obstante, antes de solicitar un préstamo debes hacerte una serie de preguntas y responderlas con sinceridad para evitar sobresaltos.

En este sentido, y con el objetivo de ayudarte, desde el proyecto de Cofidis de Educación Financiera ‘Economía para ti’ te facilitamos las cuestiones que deberías plantearte antes de pedir un préstamo:

1) ¿Para qué necesitas el dinero?

Evidentemente, no es lo mismo que lo dediques a darte un capricho, como podría ser un viaje, a que lo inviertas en seguir formándote. Claro está que el primero es un gasto evitable y no te reportará ningún ingreso adicional en el futuro. En cambio, el segundo es una inversión en ti mismo y, en la mayoría de los casos, permite la consecución de un salario superior durante el resto de tu carrera profesional.

Así que, si te hace mucha ilusión hacer el viaje de tu vida, puedes esperar. Es mejor sacrificarse con anterioridad que posteriormente. Puedes ir ahorrando mes a mes y al final, recaudarás el dinero suficiente para cumplir tu sueño. En definitiva, te aconsejamos pedir un préstamo cuando es realmente necesario o tienes la certeza de que vas a poder devolverlo sin dificultad aunque las circunstancias personales y laborales cambien durante el plazo de devolución.

2) ¿Cuánto te va a costar el préstamo?

Antes de tomar una decisión, debes fijarte en el tipo de interés. Y no solo en lo que pagarías en el momento de endeudarte, sino previsiblemente el que sufragarías por término medio durante toda la vida del préstamo.

Si el interés es fijo, no es necesario que hagas cuentas, ya que siempre pagarás el mismo importe. Sin embargo, si es variable, debes hacer algunos cálculos. Una buena recomendación es calcular la media del Euribor a un año desde su nacimiento hasta el momento de la contratación del préstamo. De esta forma, podrás hacerte a la idea de lo que llegarías a pagar si no tienes ni buena, ni mala suerte.

Tampoco debes obviar los costes asociados a la contratación del préstamo, así como los seguros de vida, de hogar, de protección de pagos y el importe a abonar por tener una tarjeta de crédito de la entidad.

Si quieres comparar préstamos, debes fijarte en la TAE, que sirve para poder comparar iguales y comprobar qué préstamo es el más caro, que será el que tenga la TAE más elevada.

3) ¿De qué ingresos dispondrás?

Es muy importante hacer una profunda reflexión. En el futuro, ¿mantendrás tus ingresos actuales? Porque puede que los superes, o por el contrario, que sean menores.

En gran medida, depende de la edad y de la formación que tengas. Por ejemplo, una gran parte de los graduados o licenciados menores de 35 años seguramente conseguirán un considerable aumento de salario durante la próxima década. En cambio, es menos probable que suceda lo mismo con aquellos que sobrepasan los 45 y no tienen una cualificación profesional específica.

Conocer tus ingresos te ayudará a tomar la mejor decisión de cara a contratar un préstamo.

4) ¿Será arriesgado para tu economía?

Si la suma de los salarios de tu familia equivale a 2.000€ o más, una medida prudente sería dedicar un máximo del 35% de los ingresos a sufragar las cuotas mensuales de los distintos préstamos, incluido el que en ocasiones nos proporciona de manera automática la tarjeta de crédito.

En este sentido, para ser consciente de todo lo que hemos gastado con la tarjeta de crédito y no llegar al sobreendeudamiento, es aconsejable pagar todo lo que has gastado durante el mes a principios del siguiente.

5) ¿Qué puede pasarte si no pagas una deuda?

Antes de tomar una decisión es importante ser consciente de las consecuencias que podemos tener. Como ya sabrás, el impago de un préstamo hipotecario puede hacer que pierdas tu vivienda, ya que actúa como garantía de este, y también cualquier otro activo que poseas. Exactamente, lo mismo que sucede si tienes contratado otro tipo de préstamo.

Según la legislación española, debes responder con todos tus bienes si no pagas las correspondientes cuotas a pesar de que no actúen como garantía directa del mismo. Además, entrarás en los registros de morosidad y será muy complicado (por no decir imposible), que puedas obtener en el futuro un préstamo de una entidad financiera.

En conclusión, el endeudamiento no es malo, pero puedes llegar a causarte dificultades si actúas impulsivamente y no reflexionas. Si respondes con sinceridad a las cinco preguntas que te planteamos, sabrás si actualmente te conviene pedir un préstamo.

2018-07-25 09:46:42

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