En 2019 pocos son los que auguran una desaceleración económica, pero sí se avecina una ralentización de la economía, un proceso que podría llevar a una desaceleración durante 2020 o 2021, aunque los analistas prefieren no ponerle fecha.
La primera de las razones que alega Bevers tiene que ver con la absorción de la sobre capacidad. “La sobrecapacidad masiva resultante de la Gran Recesión ha disminuido en gran medida. Las estimaciones al respecto no son evidentes, pero según la mayoría de las instituciones internacionales, la brecha de producción (la diferencia entre la actividad económica real y la actividad económica potencial) se cumple casi por completo en la mayoría de las regiones.”, explica el economista.
El segundo motivo se encuentra en el endurecimiento de la política monetaria. La Reserva Federal mantiene los tipos de interés del dólar en el 2,5% y podría realizar nuevas subidas en 2019. En Europa, la política monetaria por el momento no ha cambiado, pero se avecinan retoques después del próximo verano.
En el punto número tres, Hans Bevers coloca al fin de los estimulos causados por la reforma fiscal de Donald Trump. “La economía estadounidense está en una fase de expansión cíclica. Los indicadores de confianza se dispararon, la actividad económica en el segundo y tercer trimestre superó el 3% y la tasa de desempleo se redujo a niveles históricamente bajos. Los principales esfuerzos por estimular la economía mediante la política fiscal de Trump se están haciendo este año, pero el efecto disminuirá en los próximos ejercicios.”
En penúltimo lugar, el economista jefe de Bank Degroof Petercam sitúa a China. El Gigante Asiático parece ser la gran amenaza para los mercados y para la economía en general durante 2019. Las bolsas se han mostrado muy sensibles ante los últimos datos macroeconómicos del país, lo que demuestra el temor generalizado por una ralentización económica en la segunda economía más importante del mundo.
Por último, las tensiones comerciales también aparecen en el mapa. El conflicto entre China y Estados Unidos no se ha resuelto y la Unión Europea acaba de subir los aranceles al acero. Por tanto, un recrudecimiento de las tensiones comerciales podría ser un duro golpe para las bolsas, que ya vivieron un 2018 para olvidar.
2019-01-09 10:13:40