El alquiler es una de las asignaturas pendientes en materia de vivienda en España. Con la retirada de la renta de emancipación básica y la entrada en vigor de nuevas viviendas el Gobierno quiere buscar una solución al problema de la vivienda, que vive sus mayores dramas en los últimos tiempos con los desahucios. Las nuevas ayudas al alquiler pueden solicitarse desde este jueves. Uno de los cambios que introducen es que las peticiones de ayuda ya no son gestionadas por el Gobierno sino por las comunidades. De esta forma, quien quiera solicitar las ayudas debe hacerlo a través de cada comunidad autónoma.
La normativa queda regulado por el decreto que se publicó en el BOE el 4 de octubre de 2013, pero al faltar los acuerdos con las autonomías se retrasó su entrada en vigor.
La cuantía de la ayuda asciende hasta un 40% de la renta anual que paga cada inquilino por su vivienda. Aunque este porcentaje tiene un tope de 2.400 euros anuales.
Para poder acceder a estas ayudas hay que ser un persona física mayor de edad con contrato de alquiler. El límite de ingresos se estipula en tres veces el indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM) que en la actualidad asciende a 532,51 euros/mes. Esta cantidad podrá aumentar o disminuir en función de la unidad de convivencia. En este caso se entiende por esta unidad a todas las personas que habiten en la vivienda independientemente de la relación entre ellas.
Las ayudas se conceden por un plazo de doce meses. Este periodo puede ser prorrogado si lo solicita el inquilino por sucesivos periodos de doce meses hasta finalizar el plan en 2016.
Cada comunidad cuenta con un presupuesto limitado para financiar estas ayudas, por lo que aunque se cumplan los requisitos pueden no serle concedidas estas ayudas.
La renta básica de emancipación, la ayuda que se aprobó para fomentar el alquiler entre los jóvenes, queda automáticamente suspendida con la entrada en vigor de estas ayudas. El objetivo del Gobierno según apuntó al aprobar este nuevo programa es no cerrar a las ayudas a un solo colectivo.
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