Un trimestre más llega el "M&G YouGov Inflation Expectation Survey", elaborado por la gestora en colaboración con YouGov, y que "desvela el sentimiento de los consumidores respecto a diversos aspectos relacionados con la inflación en nueve países diferentes" (Austria, Francia, Alemania, Hong Kong, Italia, Singapur, España, Suiza y Reino Unido).
En lo que respecta a nuestro país, el informe destaca que, tras seis trimestres consecutivos de descenso de los precios, los españoles creen que el IPC se situará en el 2,2% dentro de cinco años.
Se trata de la expectativa más baja desde que se lanzó la primera oleada del estudio en febrero de 2013. Preguntados por la caída de los precios a doce meses vista, España registra el mayor porcentaje de consumidores que piensa que los precios seguirán cayendo. Así lo considera más de un 9%, casi tres veces más que la media europea, situada en un 2,9%.
Por otra parte, aunque se registra una mejora en la confianza de los españoles hacia el Banco Central Europeo (BCE), España sigue siendo el país de la Zona Euro con peor percepción sobre las políticas para alcanzar los objetivos de inflación, con un 66% de los encuestados afirmando tener "poca confianza" o "ninguna confianza" en éstas.
Al mismo tiempo, mientras España va camino de convertirse en la economía europea de crecimiento más rápido en 2015, el apoyo a las medidas económicas del gobierno sigue siendo bajo, con un 54% de los encuestados descontento con éstas. El grupo de edad que se manifiesta más a favor de las mismas se sitúa en los 55 años o más, mientras que el grupo menos favorable son mujeres de entre 25 a 34 años.
Francia registra el mismo nivel de descontento y sólo Austria (58%) supera a españoles y franceses en su rechazo a las políticas económicas gubernamentales.
Después de Singapur, los españoles se encuentran entre los encuestados más preocupados por el aumento de la inflación, con casi un 63% afirmando estar "preocupados" o "muy preocupados". Dentro de este grupo, destacan los mayores de 55 años.
En palabras de Ana Gil, especialista de inversión del equipo de renta fija de M&G: "A principios de año, Luis de Guindos, Ministro de Economía, afirmaba a la CNBC que la deflación es como el colesterol… la hay buena y mala y, en España, tenemos la buena. La deflación ‘buena’ ha sido un importante catalizador de la reciente recuperación de la economía española. Alemania, Francia, Italia y España son los mayores importadores netos de petróleo en Europa y por ello, los mayores beneficiarios de una renovada debilidad en los precios del crudo. Además, la combinación de una divisa más débil, unos tipos de interés más bajos y cierta deflación ‘buena’ a causa del petróleo parecen haber impulsado la renta disponible de los hogares, lo que repercute positivamente en el consumo doméstico y el crecimiento".
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