Por primera vez desde 2008 creció de manera clara el gasto de las familias. El año pasado el gasto medio por hogar fue de 27.420 euros, 382 más que en 2014, lo que supuso un aumento anual del 1,4%. Teniendo en cuenta la inflación negativa, el gasto se elevó un 2,2%, según el Instituto Nacional de Estadística.
El gasto medio por hogar aumentó en la mayoría de los 12 grupos analizados. Los grupos en los que el gasto medio por hogar creció de forma más significativa fueron en primer lugar hoteles, cafés y restaurantes, cuyo gasto se incrementó un 9,1% respecto a 2014. Este comportamiento se debió a que los hogares aumentaron su gasto en comidas y bebidas fuera del hogar en 207 euros (un 9,6%). Por su parte, la recuperación del mercado inmobiliario repercutió en el gasto de mobiliario, equipamiento y otros gastos de la vivienda, que registró una tasa anual del 5,9% (65 euros más). En ocio, espectáculos y cultura, registró una variación del 3,9% (60 euros anuales más), motivada por el aumento del gasto en vacaciones todo incluido (del 6,8%) y en artículos y equipamientos recreativos (del 6,0%).
En cierta medida se ha producido un traslado del gasto a los anteriores grupos gracias a la rebaja de la factura energética de las familias. El 31,8% del presupuesto familiar se destina a gastos de la vivienda, se lleva el mayor gasto de todos los grupos, frente al 15% de los alimentos y 11,8% del transporte. Gracias a la caída de precios de la energía y suministros básicos, las familias se han ahorrado 37 euros anuales en los gastos de vivienda que incluye agua, electricidad y combustible. El INE indica que influyeron en este comportamiento el menor gasto en el alquiler imputado de vivienda (?0,9%) y en electricidad, gas y otros combustibles (?0,6%).
En transporte el ahorro fue superior de 69 euros anuales, con un descenso del 6,1% en combustible y lubricantes, en transporte privado.
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