Este martes 19 es la primera fecha clave en el proceso de negociaciones para formar Gobierno y que culminarán en una investidura o en terceras elecciones.
Una vez elegido el presidente del Congreso, el Rey llamará a consultas a los representantes de los partidos con presencia parlamentaria, de menor a mayor, y designará un aspirante para recabar la confianza del Congreso. A partir de aquí, teniendo en cuenta los antecedentes, no están claros los tiempos. La Mesa del Congreso tendrá que fijar fecha para el pleno de investidura. Como los grupos disponen de cinco días hábiles desde la constitución de la Cámara para formarse, la Junta de Portavoces no estará habilitada para organizar la agenda parlamentaria hasta al menos el 25 de julio.
Mariano Rajoy ya ha declarado que tiene intención de ir a la investidura a principios del mes de agosto, y baraja los días 2 y 3 como fechas para una primera votación y el 5 para una segunda votación, en la única que podría salir elegido por mayoría simple.
El problema viene si Rajoy sorprende, como ya ha dejado entrever si está convencido de no contar con los apoyos suficientes, con una declinación del ofrecimiento del Rey o no logra superar la investidura. Felipe VI deberá de nuevo citar a los portavoces políticos. Podría elegir al segundo candidato más votado pero no está escrito que sea así, ni que sea inmediatamente después. El Monarca puede retrasar la convocatoria para dejar que se madure la elección de un candidato que tenga más posibilidades de superar la futura investidura.
A finales de octubre terminaría el plazo que establece la Constitución, teniendo en cuenta que Rajoy aceptara someterse a la investidura en primer término, tal como ha anunciado. En caso de que ningún candidato consiguiera formar Gobierno, se volverían a disolver las Cortes y se convocarían unas terceras elecciones, para las que se baraja el 27 de noviembre.
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