El primer semestre del año muestra un balance positivo para el sector automovilístico español. En las ventas han ascendido a 131.797 turismos, un 6,5% más que en el mismo periodo de 2016. Y en el acumulado de todo el semestre la tasa de crecimiento ha sido del 7,1%, hasta sumar 667.494 nuevas matriculaciones de turismos. El dato de junio se ha visto impulsado principalmente por el crecimiento de las matriculaciones por parte de las empresas, que han subido un 23,5%. En cambio, los particulares compraron 60.432 turismos, apenas un 3,6% más que un año antes. Este dato demuestra el estancamiento que sufren las ventas de particulares y que se viene arrastrando desde octubre, cuando ya no estaban en vigor los planes de estímulo para el cambio de coche achatarrando uno viejo. Sin embargo, desde Anfac señalan que, pese a ser unas cifras positivas, también suponen datos muy lejanos a los alcanzados en 2008. En el primer semestre de 2008 se matricularon más de 823.000 turismos, un 19% más que este año. Igualmente, al sector le preocupa especialmente el escaso crecimiento de las ventas entre los particulares, que apenas han crecido un 2,4% en el primer semestre. Desde Anfac señalan la enorme importancia de que este segmento crezca, ya que es imprescindible para reducir la antigüedad del parque automovilístico español, que alcanza los 12 años de media al cierre de 2016. Esta antigüedad, señalan desde Anfac, “se traduce en que muchos coches en circulación tienen emisiones muy superiores a los comercializados en la actualidad. Todos los turismos que encontramos hoy en día en los concesionarios disponen de motores de bajas emisiones y cumplen las estrictas normativas anticontaminantes vigentes en la actualidad”. Para Raúl Morales, director de comunicación de la patronal de concesionarios Faconauto, “las matriculaciones siguen sobredimensionadas”. Según Morales, los objetivos que imponen las marcas a los concesionarios “están muy por encima de la realidad del mercado”, por lo que muchos “se han visto obligados a automatricular demasiadas unidades de nuevo en junio, de ahí que el 25% de las ventas se hayan hecho en los dos últimos días del mes”. Ante esto, Morales señala que los planes PIVE habían aflorar una demanda añadida que ahora el sector cubre “de modo artificial” creando una “burbuja del automóvil que no se corresponde con la demanda real”. Según Tomás Herrera, director general de GANVAM, “históricamente, junio es un mes bueno para que los particulares compren coches. Para muchos conductores, los coches nuevos son para el verano, siendo habitual que cierren su compra antes de las vacaciones para poder rodarlo en sus desplazamientos largos. De todas formas, son las empresas las que siguen tirando del mercado y no sólo por su pulso inversor renovado sino también por el empuje de las automatriculaciones que están nutriendo el mercado de ocasión con kilómetros cero en un momento en el que estos usados jóvenes son muy demandados en concesionarios y compraventas. En definitiva, hablamos de vehículo muy joven que contribuye de manera importante al rejuvenecimiento del parque”.
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