Las perspectivas de inversión para el cuarto trimestre

Las últimas «Perspectivas de inversión de Fidelity International» ofrecen la visión de la compañía sobre la evolución de las grandes clases de activos, basada en una síntesis representativa de las opiniones de sus equipos de inversión. El informe pone de relieve que las valoraciones de algunas áreas se mueven en niveles ciertamente elevados pero, en general, se mantienen alejadas de los máximos de 2000. Desde un punto de vista fundamental, seguimos estando en el entorno “ideal” de crecimiento e inflación bajos que ha creado la positiva coyuntura en que se mueven los mercados desde hace algún tiempo. En renta variable, desde Fidelity consideran que el mercado alcista está en su recta final, pero es preciso ser más valiente durante más tiempo. El crecimiento de los beneficios se mantiene fuerte y las valoraciones todavía son favorables con respecto a los bonos. En Europa, las inquietudes políticas se han disipado y las bolsas se han beneficiado de un efecto de equiparación tanto en beneficios como en valoraciones. Las ganancias fáciles se han acabado y la selección de valores será esencial. En Estados Unidos, el entorno continúa siendo relativamente bueno para las acciones. Si el crecimiento no registra una aceleración o una ralentización, los valores tecnológicos deberían seguir siendo protagonistas. En Asia-Pacífico, los inversores han vuelto a poner el foco en China después del anuncio de la inclusión del país en el MSCI. Las reformas en el plano de la oferta son alentadoras y generan algunas oportunidades desde una óptica selectiva. En Japón, el crecimiento económico es saludable, pero la inflación sigue situándose claramente por debajo de las expectativas. Creemos que las mejores oportunidades se encuentran en los segmentos de pequeña y mediana capitalización. En EMEA/Latinoamérica, el repunte del crecimiento mundial y la debilidad del dólar están creando un entorno favorable para los mercados emergentes. Las empresas de materiales disfrutan de unas perspectivas más positivas. En sectores mundiales, seguimos siendo optimistas en tecnología, por los altos niveles de innovación, y en valores de telecomunicaciones en mercados con poder de fijación de precios. Somos más pesimistas en energía. En renta fija, desde Fidelity consideran que los datos de inflación son ahora el parámetro que determina las decisiones de la Fed en materia de tipos de interés. Creemos que la Fed podría verse obligada a pecar de cautela, lo que limitaría los ascensos de los rendimientos. Los bonos indexados a la inflación presentan pocas oportunidades en Europa y el Reino Unido, pero se puede argumentar a favor de EE.UU. después de que la inflación general y subyacente repuntaran en agosto tras varios meses de debilidad. En bonos con grado de inversión, las valoraciones imponen cautela ahora que los bancos centrales se preparan para desmontar gradualmente las políticas que han contribuido a impulsar esta clase de activos. Los bonos high yield presentan un margen de reducción de los diferenciales es limitado, por lo que resulta sensato mantener algo de munición de reserva. En mercados emergentes, esta clase de activos ha registrado un buen comportamiento —se ha convertido en una apuesta de consenso— y dado que las valoraciones se han ajustado hasta niveles históricamente bajos, los riesgos podrían ser más importantes que el recorrido alcista. Y, por último, dentro de las inversiones alternativas, desde Fidelity identifican varias oportunidades empezando por inmuebles comerciales en Europa continental debido a que el mercado se beneficiará de una aceleración del crecimiento económico sumada a una política monetaria sin cambios. La estrategia preferida de la gestora es centrarse en producto Core Plus/Valor añadido. Mientras que en inmuebles comerciales en Reino Unido, las pobres perspectivas económicas a causa del Brexit siguen siendo la principal dificultad. Centrarse en la seguridad de los alquileres y los inquilinos debería generar resultados superiores. En materias primas, los fundamentales de la energía son positivos a corto plazo, pero la flexibilidad que demuestra la oferta en la industria estadounidense del esquisto limita las perspectivas a medio plazo. En infraestructuras, esta clase de activos sigue siendo útil por sus rentabilidades diversificadoras. Nos gusta el sector de las energías renovables, que suele generar mayores rendimientos y conlleva menor apalancamiento en los proyectos.

hemeroteca

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *