El Gobierno presentó este martes el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) ante el Congreso. Las cuentas, que inician ahora un largo proceso hasta su previsible aprobación en junio, reflejan una congelación del gasto público en el entorno del 41,3% del PIB con el objetivo de lograr el déficit pactado con Bruselas en 2017 (-3,1%). Para equilibrar las partidas, el Ejecutivo ha tenido que hacer malabarismos entre algunos balances que continúan creciendo de forma natural, como el gasto en pensiones, y otros en los que se han visto obligados a meter la tijera. Así son las cuentas públicas de cara a 2017: Aumenta el gasto en pensiones: las prestaciones sociales concentran el mayor gasto presupuestario, hasta alcanzar los 139.647 millones, lo que equivale al 40% del total. Los casi 4.000 millones extra de esta partida (+3,1%) vienen a confirmar algo que ya se sabía desde hace tiempo: el desfase en la Seguridad Social y el agotamiento del Fondo de Reserva (hucha de las pensiones) han obligado al Gobierno a efectuar transferencias directas para cubrir las necesidades de casi 9,5 millones de receptores. Aumenta el gasto social: el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, recalcó durante su comparecencia que estos Presupuestos tenían «un marcado corte social». Atendiendo a las cifras, casi ninguna de las partidas consideradas en este grupo han sufrido recortes. En concreto, el gasto social representa el 56% de las cuentas consolidadas para este ejercicio (en segundo lugar se sitúan las transferencias a las CCAA y corporaciones locales, con un 14%, y los intereses de la deuda, con un 9%). El gasto destinado a desempleo cuenta con una asignación de 18.318 millones (5,3% del total), aunque baja un 6,6% respecto a 2016. El resto de partidas sociales, sin contar con el paro, concentrar hasta 173.088 millones, un 2,7% más. Las actuaciones de protección y promoción social alcanzan los 2.408 millones (+4,9%) y las de fomento del empleo los 5.499 millones (+5,5%). En la misma línea sube el gasto en Sanidad hasta los 4.093 millones (+2,3%) y en Educación hasta los 2.525 millones (1,7%). En el otro extremo, desciende los gastos en acceso a la vivienda y fomento de la edificación (-20,6%), los de gestión de la Seguridad Social (-31,6%) y el desembolso en Cultura (-0,7%). En total, el gasto social consolidado alcanza los 191.356 millones, un 1,7% superior al de 2016. Aumentan las dotaciones a Exteriores, Justicia y Sanidad: los ministerios que más premiados se han visto en la elaboración de las cuentas han tenido también cierta orientación social. El primero por volumen ha sido el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, con un presupuesto de 2.179 millones (+8%). Le sigue de cerca el Ministerio de Justicia, que ha visto incrementados sus recursos en 121,34 millones (+7,7%), hasta alcanzar los 1.699 millones. Por último, Exteriores también ha visto engordado su presupuesto hasta los 1.155 millones (+3,2%). Desciende la inversión en infraestruturas: una de las partidas que se ha visto afectada más negativamente es la del Ministerio de Fomento (con una caída del 4,2%, hasta los 4.938 millones), y en consecuencia la inversión en infraestructuras. La política que engloba a los departamentos de Fomento, Agricultura y Energía cuenta con un presupuesto de 7.480 millones para invertir, un 21,2% inferior a la de 2016. En total, el Estado invertirá 2.697 millones de euros, mientras que los entes públicos y las sociedades mercantiles estatales aportarán 4.841. Desciende el coste de la deuda: la partida vinculada a cubrir el coste de los intereses de la deuda asciende a los 32.171 millones, un 3,9% menos que en 2016. Su peso sobre el total es cercano al 9% y el Gobierno lleva dos años consecutivos rebajando su cuantía gracias a las condiciones favorables del mercado (tipos a la baja). Descienden las dotaciones a Empleo, Agricultura y Economía: los ministerios que más sufrirán los ajustes del déficit, además de Fomento, son estos tres. En concreto, se reduce la partida de Empleo y Seguridad Social en 2.566 millones (-15,5%), hasta los 14.017 millones, siendo con diferencia el departamento que más recibe. En la misma línea, bajan las dotaciones a Economía, Industria y Competitividad en 308 millones (-9,6%), hasta los 2.901 millones. Por último, Agricultura verá hasta 152 millones menos este año (-8,1%), lo que deja su presupuesto en 1.729 millones.
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