Lastres y apoyos del mercado: ¿quién ganará?

Desde comienzos de año los mercados de valores occidentales han recibido un durísimo castigo. La gran cuestión es si éste está o no justificado y si va a durar mucho más tiempo o, por el contrario, las Bolsas van a poder reaccionar al alza en las próximas semanas. Pasamos ahora a enumerar los factores que, con o sin justificación, han venido pesando en el comportamiento de los mercados en los últimos meses:

1. Todo comenzó con la fuerte caída de las Bolsas chinas el pasado mes de agosto. En ese momento las ya considerables dudas que tenían los inversores sobre el estado real de la economía de China se magnificaron, haciendo saltar todas las alarmas. China está en pleno proceso de cambo de modelo económico desde una economía basada en la industria y en las exportaciones a otra sustentada por la demanda interna. Este cambio es muy complicado y podría provocar un "aterrizaje duro" de esta economía. Siendo China uno de los principales demandantes de materias primas y de productos de los países desarrollados, esta posibilidad "aterra" a los inversores; 

2. Tras el "superciclo" de las materias primas, en los últimos años los precios de estos productos se han desplomado debido a la sobrecapacidad instalada y al menor crecimiento de lo esperado de la demanda. También la revalorización experimentada por el dólar ha tenido mucho que ver en ello. El precio del crudo es un claro ejemplo de esta realidad, sobre todo desde que la OPEP decidió a finales de 2014 dejar de "manipularlo" con recortes de la producción dado que en los últimos años esta política le había supuesto una significativa pérdida de cuota frente a los nuevos productores norteamericanos y a los tradicionales "no OPEP" como Rusia. La fuerte caída del precio de las materias primas, especialmente del crudo, aún siendo muy positiva para los países netamente importadores, la mayoría de los desarrollados, también tiene sus efectos negativos: a) los países productores de materias primas han entrado en crisis como consecuencia de ello y pueden dejar de demandar productos y servicios de los países desarrollados; b) el elevado déficit fiscal de los países productores puede generar tensiones políticas internas y terminar por desestabilizar regiones como Rusia u Oriente Medio, lo que plantea evidentes riesgos geopolíticos; c) la necesidad de fondos puede llevar a algunos de estos países a deshacer las posiciones que mantienen en sus fondos soberanos en activos como la renta fija y/o variable de EEUU o Europa; ?3. Derivada de la anterior, los inversores temen que muchas compañías occidentales productoras de crudo tengan problemas a la hora de satisfacer su deuda. Este hecho ya se ha comenzado a observar entre los productores más débiles de gas y petróleo de esquisto en EEUU y Canadá. Los inversores temen que si el precio del crudo se mantiene a estos niveles muchas compañías del sector tengan que seguir reduciendo sus planes de inversión, reduzcan sus dividendos y/o no puedan afrontar el servicio de sus deudas. Desde hace meses el mercado de bonos de alto rendimiento estadounidense, en el que este tipo de empresas representan aproximadamente el 20% de la emisiones, está muy tensionado, habiéndose disparado las rentabilidades de este tipo de bonos, lo que ha puesto en alerta a los inversores de renta variable, que temen por el impacto que una "cascada" de impagos podría ejercer en los fondos de inversión especializados en estos activos y en los bancos prestamistas; 

4. Todo lo anterior y la desaceleración que ha experimentado la economía de EEUU en los últimos meses ha hecho ver a los inversores que ésta no es inmune y podría verse arrastrada a una recesión de continuar el actual escenario. En este caso es muy complicado que las economías de la Zona Euro sean capaces de evitar, a su vez, caer en una nueva recesión. Este escenario, aunque lejano desde nuestro punto de vista, no es del todo imposible y los inversores parecen estar descontándolo en estos momentos;

?5. La fuerte revisión a la baja de las expectativas de resultados en algunos sectores, especialmente los ligados directa e indirectamente con las materias primas y el crudo, han hecho que muchos inversores comiencen a cuestionar las valoraciones de muchas compañías y de los índices en su conjunto, no discriminando entre sectores, algo que consideramos puede convertirse en una oportunidad para entrar en renta variable en el futuro;

?6. El sector bancario se ha convertido en otro importante factor de incertidumbre. El temor al impacto que en sus balances y en sus resultados pudieran tener los impagos de las compañías productoras de materias primas, así como un escenario "permanente" de bajos tipos y de débil crecimiento económico ha provocado en las últimas semanas que estas entidades hayan sido "masacradas" en las bolsas occidentales. Así, ahora muchas entidades de crédito cotizan a la mitad de su valor contable, descontando importantes futuras pérdidas que, en nuestra opinión, no se van a producir. Quizás, y esto es muy difícil de demostrar, las ventas de los grandes fondos soberanos de los países del Golfo Pérsico, que mantienen una elevada exposición al sector, sobre todo al europeo, puedan estar detrás de este negativo comportamiento de la banca en bolsa;

7. Por último, el factor político creemos que también ha entrado en juego. A los mercados no les gustan las opciones populistas que han aflorado en los últimos años tanto en Europa, donde ya gobiernan o apoyan gobiernos en Grecia o Portugal, y pueden terminar haciéndolo en España, como en EEUU. En este último país candidatos republicanos como Trump o Cruz, o demócratas como Sanders, con posibilidades de ser elegidos presidente, han manifestado una clara animadversión contras las grandes corporaciones y contra el mercado en su conjunto.

Por tanto, hay muchos factores "jugando en contra" de "los intereses" de las Bolsas en estos momentos, pero también creemos que hay otros que las apoyan y que, antes o después, cuando los inversores consideren que todo lo anterior ya está descontado en el precio de la renta variable, entrarán en juego:

1. A pesar de los temores de los inversores, el escenario más factible para China es un "aterrizaje suave". Si el sector servicios logra sustituir el papel del manufacturero sin mayores traumas, y eso se refleja en un crecimiento económico estable de entre un 6 y un 6,5%, los mercados se tranquilizarán;

2. Igualmente, y por el momento, no se vislumbra recesión en EEUU y Europa. El consumo privado y el sector residencial están soportando la primera de estas economías, beneficiándose de los bajos precios de la energía y de los bajos tipos de interés. En Europa, y por ahora, a pesar de su débil crecimiento, las economías de la región están lejos de volver a entrar en recesión. Además, los bancos centrales parecen predispuestos a seguir apoyando estas economías con sus políticas monetarias expansivas a pesar de que, como han manifestado en múltiples ocasiones, este apoyo tiene límites y debería ir acompañado por reformas estructurales que los Gobiernos de estos países no parecen dispuestos a llevar a cabo por el alto coste político que conllevan.

3. La renta variable es actualmente la única inversión atractiva dado los bajos tipos de interés que ofrecen los depósitos bancarios y los elevados precios de la renta fija, algo que conlleva muy bajas rentabilidades. En este sentido, muchas compañías con gran visibilidad futura de resultados ?gran recurrencia de los mismos debido a las características defensivas de sus negocios- ofrecen actualmente rentabilidades por dividendo muy superiores a las que ofrecen sus bonos a largo plazo;

4. Las valoraciones de muchas compañías, especialmente de sectores como el bancario, están en mínimos multianuales, incluso por debajo de las que alcanzaron en 2008/2009. Esto ocurre en un momento en el que sus expectativas de resultados son mucho mejores y sus balances se encuentran muy saneados. Es decir, creemos que hay grandes oportunidades en el sector para los inversores a largo plazo;

5. Por último, es muy factible que por "necesidad" los países productores de petróleo, especialmente los de la OPEP y Rusia, terminen por alcanzar un pacto para "regular" la producción de crudo aún a costa de seguir perdiendo cuota. Los elevados déficits de sus balanzas fiscales y el riesgo de tensiones políticas internas estarían presionando en este sentido. El problema es determinar cuándo cederán y adoptarán esta estrategia. De cumplirse esta hipótesis, las bolsas mundiales reaccionarán al alza con mucha fuerza.

Muchos son, por tanto, los factores que están presionando a la baja a los mercados, minando la moral de los inversores. Sin embargo, creemos que también hay factores positivos que, cuando el mercado toque fondo, le permitirán recuperar parte del terreno perdido. Determinar cuándo va a pasar esto es lo realmente difícil y, normalmente, las estrategias de inversión que intentan determinar el momento exacto de entrada o de salida suelen no funcionar. No descartamos que todavía las Bolsas vayan a sufrir algo más, no obstante, creemos que es el momento de "hacer los deberes", separar "el trigo de la paja" y comenzar a identificar oportunidades en el mercado con un horizonte de inversión a medio/largo plazo. Para empezar, creemos que la rentabilidad por dividendo puede ser un criterio para ello, siempre que las compañías seleccionadas tengan garantizado el pago del mismo, por lo que habrá que analizar su capacidad de generar fondos de caja libres y la recurrencia con la que lo pueden hacer. En este sentido, cabe recordar que las elevadas rentabilidades por dividendo que ofrecen algunas compañías de corte cíclico, como los bancos, pueden no estar aseguradas si el escenario económico se deteriora en los próximos meses. A corto plazo, es muy factible que asistamos a un rebote de tipo técnico en las bolsas, liderado por los valores más castigados recientemente: los energéticos, los relacionados con las materias primas, los bancos y los industriales exportadores. Entrar en este tipo de valores con mentalidad cortoplacista, de producirse un fuerte rebote, puede ser una trampa, por lo que consideramos que hay que ser prudentes e, incluso, aprovechar su recuperación para reducir la exposición a los mismos y rotar la cartera hacia valores más defensivos.

Por último, y en lo que hace referencia a la sesión de hoy, señalar que las bolsas chinas han abierto sin grandes cambios tras una semana de vacaciones por la celebración del Nuevo Año Lunar, obviando el fuerte castigo recibido durante la pasada semana por el resto de mercados bursátiles mundiales. Por su parte, el resto de Bolsas asiáticas han reaccionado con fuerza al alza, lideradas por la japonesa, siguiendo así la estela dejada el viernes por los mercados estadounidenses. En este último caso, la recuperación del dólar respecto al yen y las expectativas de que se adopten en el país nuevas medidas de política monetaria y fiscal expansivas tras la caída del PIB japonés en el cuarto trimestres, también han servido para impulsar al alza este mercado. Así, esperamos que las Bolsas europeas abran hoy al alza en una sesión que esperamos sea tranquila teniendo en cuenta que la Bolsa estadounidense se mantendrá cerrada por ser hoy festivo en el país al celebrarse el Día del Presidente.

Link Securities. 

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