Le Rhöne rinde tributo a uno de los mayores iconos de los 70

El grabado vertical de la esfera recuerda a los faros del mítico automóvil, las manecillas del reloj emulan los radios metálicos del volante, los cronógrafos al personalísimo salpicadero.

Sin embargo, el detalle más preciado de este reloj se encuentra en uno de los laterales de la caja, donde esconde un verdadero tesoro: un pequeño lingote extraído de uno de los pocos motores originales que se conservan del Camaro SS 1969, donde se ha grabado el número de ese motor como certificado de autenticidad.

Un diseño al que se une una exquisita artesanía y tecnología avant-garde. Las 69 únicas ediciones del Road Racer Steel Black han sido fabricadas 100% en los talleres relojeros suizos más reconocidos del país, entre los que destacan compañías tan reconocidas como Dubois-Deprez, Multicuirs, AcTech, So Prod o Um2.

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