El máximo dirigente del Banco de España augura una desaceleración para la economía española este año, pese a que la institución sitúa el crecimiento al 2,7% y está viviendo un nuevo impulso por la caída petróleo. Linde que el escenario para España no está exento de riesgos pese a los vientos de cola.
El gobernador dice que el vacío de poder y las incertidumbres en torno al crecimiento de la economía global y la volatilidad en los mercados financieros suponían lastres para el crecimiento, con lo que la economía española podría no cumplir con el crecimiento previsto del 2,8%.
Por su parte, el actual ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, afirmó en otro foro que la economía española ha entrado a una velocidad de crucero del 3% en 2016 y "nada hace indicar" que el primer trimestre de este año vaya a ser peor que lo que fue el cuarto trimestre del año pasado, cuando el PIB avanzó el 0,8%. Explicó que la ausencia de un Gobierno con plenas funciones siempre es un factor de incertidumbre, no se constata ningún efecto en los indicadores reales.
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