Según una encuesta elaborada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), tres de cada cuatro españoles piensan que las viviendas de uso turístico impactan de manera determinante en el precio de las residencias y solo un 8% asegura que éste es mínimo o inexistente.
Además de en el precio propio de la vivienda, la mayoría de las personas consultadas cree que los alquileres turísticos encarecen los servicios de la zona e incluso un 62% de los encuestados opina que contribuyen a que los residentes de ese barrio acaben por mudarse.
Molestias por ruido o congestión, el fomento de la desaparición del comercio local o la disminución de la oferta de alquiler y venta tradicional son algunos de los problemas que destacan mientras que como aspectos positivos, solo un 25% cree que ayuda a revitalizar la economía y aún menos, el 6%, opina que promueve la diversidad cultural.
En cuanto a las soluciones, el 96% piensa que deben encontrarse soluciones para acabar con este problema, siendo la más popular promocionar la construcción de vivienda asequible, seguida de vivienda pública, o fomentar el alquiler tradicional. Además, un 42% defiende que hay que limitar el número de licencias de ese tipo.