Tras la reunión de hoy del Consejo de Gobierno del BCE, Mario Draghi podría anunciar detalles sobre la senda prevista para dar fin durante el próximo año a los programas de compras de deuda (pública y corporativa) siendo el objetivo reducir a “cero” el volumen actual de 60.000 millones de euros al mes. En su anterior reunión de septiembre, el presidente del Banco Central Europeo declaró que no se abordaría esta cuestión hasta la próxima reunión de otoño y, por fin, ese momento ha llegado. Los analistas y expertos debaten cuál es el contexto macroeconómico, qué motivos tiene para reducir el QE y cómo podría llevarlo a cabo. El Quatitative Easing fue iniciado en marzo del año 2015 en un contexto de crisis en el que la economía de la eurozona no crecía y eran necesarias políticas monetarias expansivas para estimular el crecimiento. Actualmente, el PIB de la eurozona correspondiente al segundo trimestre de 2017 se situó en el 0,6% trimestral y en el 2,3% en tasa interanual. Este dato supone el decimoséptimo trimestre de expansión del PIB y el tercer trimestre consecutivo con crecimiento igual o superior al 0,5%, tal y como manifiesta el especialista en mercados de renta variable de iBroker, Antonio Castelo, que considera que el crecimiento económico de la eurozona se está consolidando. Otros indicadores adelantados de actividad como los PMI, Encuesta ZEW, Confianza Económica, Clima Empresarial, Confianza del Inversor, muestran que la economía europea crece aunque según Castelo, existen otros indicadores como la demanda interna y el IPC que todavía no tienen el comportamiento deseado por el BCE. En este contexto, el Banco Central Europeo tiene motivos para comenzar a reducir los estímulos monetarios aunque también tiene razones para no precipitarse a tomar medidas si se observan indicadores como «la demanda interna que sigue débil, la inflación sigue muy baja y alejada del objetivo del 2% y una subida de tipos en el mercado producida por un abandono demasiado rápido del programa de estímulos, produciría una mayor apreciación del euro, algo que dañaría al crecimiento y a la inflación» según aclara Castelo. Quatitative Easing Desde Capital Group consideran que el Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido la orientación expansiva de su política monetaria, con tipos reales y nominales reducidos. A pesar del repunte de la actividad económica, las presiones sobre los precios y los salarios no han sido muy acusadas, lo que parece indicar que el BCE va a mostrarse prudente a la hora de reducir sus estímulos monetarios. «Pensamos que dicha reducción comenzará a principios del próximo año, pero los tipos de interés podrían mantenerse en los niveles actuales hasta el año 2019» añaden. Para el especialista de mercados de renta variable de iBroker, Antonio Castelo, los motivos que podrían llevar al BCE a reducir el QE serían la consolidación del crecimiento económico, al mismo tiempo que «un programa muy prolongado en el tiempo y elevado en volumen pierde eficacia, pudiendo generar riesgos importantes desestabilización económica a la hora de retirar los resultados, además de daños a sectores como el bancario, incapaces de trabajar en un entorno de tipos de interés tan bajos. El riesgo es especial cuando ya otros bancos centrales, como es el caso de la Reserva Federal, han comenzado a retirar los estímulos». En la misma línea se posiciona el estratega jefe de divisas de Julius Baer, David Kohl, que señala que los mercados financieros están bien preparados para recibir menos apoyo de la política monetaria por tres motivos: – En primer lugar porque el BCE ha dedicado un tiempo considerable a orientar a los mercados financieros hacia una reducción gradual del apoyo a la política monetaria. – En segundo lugar, el sólido contexto económico general, incluido el sólido crecimiento de las ganancias, ayuda a mitigar cualquier efecto negativo derivado de la reducción del apoyo de la política monetaria en los mercados bursátiles. – En tercer lugar, el riesgo de una venta masiva en los mercados de bonos también es pequeño, ya que el BCE está firmemente comprometido con un enfoque gradual y enfatiza que las tasas de interés se mantendrán en cero o incluso por debajo mucho después del final de las compras de activos. El bajo nivel de inflación justifica plenamente este enfoque y hace creíble la orientación sobre las tasas de interés del BCE. Franck Dixmier, director global de Renta Fija de Allianz Global Investors, destaca además que el BCE comenzará a reducir su programa de compra de bonos debido a la confluencia de factores, incluida una inflación constante y una menor presión sobre el euro- pero el BCE mantendrá la flexibilidad para calmar a los mercados más sensibles. «El BCE es consciente de que el tapering es un tema extremadamente delicado para los mercados y, por lo tanto, es probable que enfatice que las reducciones en su programa de compra de bonos serán más condicionales que automáticas. Este tono más blando (dovish) permitirá al banco central mantener la máxima flexibilidad a medida que sale de su política monetaria no convencional» destaca Dixmier. Por estos motivos, desde Julius Baer, esperan que el BCE anuncie que continuará comprando bonos en 2018, aunque a un ritmo reducido de 25-30 millones de euros mensuales por otros nueve meses hasta septiembre de 2018. Alternativamente, el BCE podría optar por un mayor ritmo de 40.000 millones de euros por mes por un período más corto de solo seis meses y luego decide de nuevo. Tipos de interés Los bancos centrales apoyan una política monetaria acomodaticia que busque la senda del crecimiento. Pero éste es frágil y delicado, y unos tipos de interés reducidos son beneficiosos para apoyar el crecimiento. La tendencia desde comienzos de la segunda mitad del siglo XX ha sido decreciente y ahora la tasa de crecimiento, tanto en Europa como en Estados Unidos, se sitúa en torno al 2%. Por ello, analista de Flossbach von Storch, Tobias Schafföner, afirma que la política de bajos tipos de interés del Banco Central Europeo continuará a largo plazo. “Se ha exagerado mucho sobre un cambio de tipos que los Bancos Centrales no pueden permitirse. Y aun en el caso de que quisieran elevarlos, descontando una mejora de la inflación y las perspectivas económicas, contribuirían a provocar un desequilibrio en los programas de deuda de los Estados“ aclara Schafföner. Mientras que para el especialista de producto senior de renta fija en Insight1, parte de BNY Mellon, April LaRusse, el Banco Central Europeo debería haber subido sus tipos de interés hace tiempo y corre peligro de perder su oportunidad. «El presidente Draghi no tardará en querer normalizar tipos, o al menos alejarse de un tipo básico del 0%. En Europa, los indicadores económicos son excelentes y todo el mundo profesa bastante confianza» añade LaRusse. Impacto en los mercados Para el especialista en mercados de renta variable de iBroker, Antonio Castelo, el objetivo debe ser que «la prima de riesgo de los países periféricos no repunte con fuerza (algo especialmente importante para España en estos momentos) y que el euro, al menos, se mantenga aunque a lo mejor tendería a depreciarse». Respecto al tipo de cambio EUR/USD, el analista de Flossbach von Storch ha indicado que “las implicaciones que tiene este tipo de cambio en los mercados no son teóricamente responsabilidad del BCE, pero no podemos negar que un euro fuerte perjudica la recuperación económica en Europa. Por este motivo, creemos que el BCE se ha vuelto esclavo de su política acomodaticia y el fin del programa de QE, en Europa, está más lejos que cerca“. Desde Julius Baer destacan que el euro se podría beneficiar con el anuncio de compras de activos menos agresivas. En su nivel actual de EUR/USD 1.17-1.18, «la moneda cotiza muy por encima de los niveles justificados por el diferencial de tasas de interés. Al mismo tiempo, el posicionamiento especulativo apunta a una visión excesivamente positiva, lo que sugiere que el BCE ha realizado una excelente labor de preparación del mercado de divisas para la reducción de las compras de activos» subrayan. Mientras que para Franck Dixmier, director global de Renta Fija de Allianz Global Investors, si bien los mercados esperan que el programa de compras se reduzca, el impacto de la disminución será muy poco neutral debido a las grandes sumas en cuestión. Como contexto, se puede comparar la influencia de la flexibilización cuantitativa implementada por la Reserva Federal y el programa implementado por el BCE. «Al ritmo actual, el BCE está comprando más de siete veces la cantidad neta total de bonos emitidos por el gobierno en la zona euro, mientras que el programa de la Fed nunca superó el nivel de los bonos del Tesoro emitidos» aclara Dixmier.
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