El Registro Mercantil revela que Inversión Corporativa, el vehículo de la familia Benjumea y otras familias fundadoras de Abengoa, se encuentra en situación preconcursal. La firma solicitó a los juzgados el mismo día que lo hizo Abengoa.
Según las cuentas de 2014, Inversión Corporativa tuvo un beneficio de 63,6 millones, de los que 12,9 millones fueron distribuidos como dividendos y el resto (51 millones) destinados a reservas voluntarias.
En estas cuentas Inversión Corporativa figura como matriz de más de 600 sociedades entre las que destaca Abengoa, con un pasivo global conjunto superior a los 25.000 millones de euros. La entidad indica que tiene un paquete accionarial de 100 millones de títulos de Abengoa como prenda hace un año, junto con la hipoteca de unos terrenos, para la concesión de un préstamo de 100 millones de euros a la filial de IC, Iniciativas de Bienes Inmuebles SA, según el documento, en el que se añade que el crédito está sujeto al cumplimiento de determinadas condiciones no especificadas.
El paquete pignorado se compone de títulos de clase A y B, siendo los primeros equivalentes a un 20 por ciento del capital con derecho a voto, con lo que en caso de una eventual ejecución de las garantías del préstamo, Inversión Corporativa vería muy diezmado el control de Abengoa.
Aparte de Abengoa e Inversión Corporativa, hay 31 empresas filiales del grupo en preconcurso de acreedores, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
El TSJA precisa que el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla ha fijado en el 28 de marzo de 2016 la fecha límite en que Abengoa puede acogerse a las ventajas del preconcurso, y a partir de ese día, y si no se ha solventado las irregularidades financieras, cualquier acreedor podría solicitar el concurso necesario.
Los bonistas comienzan a ejecutar la deuda
El tiempo corre para Abengoa sin conseguir cerrar un acuerdo con la banca acreedora. Mañana se debe celebrar la tercera reunión donde la compañía intentará sacar un compromiso de inyección de liquidez para esquivar la quiebra, tras comenzar a recortar plantilla. La banca ha pedido que la compañía ponga a la filial estadounidense Abengoa Yield como una de las garantías para una eventual inyeccion de liquidez bancaria adicional.Algunos de los bonistas de Abengoa han comenzado ya a ejecutar sus derechos y a quedarse con acciones de Abengoa Yield, según la información remitida a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos.
En concreto, los tenedores de una emisión de 279 millones de dólares, con vencimiento en 2017 y un rendimiento del 5,125 % respaldado con los títulos de Abengoa Yield, han comenzado a ejercer sus derechos y se han quedado con 5,8 millones de acciones, representativas del 5,8 % del capital de esta filial cotizada en Estados Unidos.
Abengoa señala que se quedarán con 407.649 acciones más y que, en total, hay 1,2 millones de acciones más que podrían terminar en manos de bonistas. Estas cifras sitúan en 7,4 millones de acciones, representativas de algo más del 7 % del capital, la parte de Abengoa Yield que podría terminar en manos de los bonistas.
Tras la primera ejecución de estos derechos sobre acciones, Abengoa ha reducido al 43,19 % su participación en la filial. Si se ejecutan todos los derechos, esta participación se quedaría cerca del 42%.
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